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octubre 30, 2007

cosmos

Pensándolo de maneres imposibles, lo cierto es que necesitamos un orden racional a nuestra anarquía cotidiana. Hechos fortuitos de millares y millares de episodios cotidianos deben tener, construir o articular una coherencia interna que proponga la vida de los individuos, los grupos y la humanidad toda.
Una zapatilla tiene su postura indicando el teléfono inalámbrico descolgado cuya antena se encuentra de forma perpendicular al eje cama-escritorio. Todo procede del orden en que pongamos esos objetos, que pueden encontrarse en maneras insospechadas, pero que en sus disposiciones conforman en sí, el eje del mundo que vivimos.
Algunos imberbes lo llaman a eso coincidencia! pff! si fuera tan fácil no podríamos convivir con el absurdo que se nos presenta día a día.
De los sucesos más ignotos a una percha colgada de un semáforo, todo tiene el sentido, el, los, miles, infinitos, tantos como vidas exista y puedan interpretarlos a su manera.
un cenicero roto con TRES colillas de cigarros en una esquina de buenos aires, en otra, un chico fumando un faso y una luz intermitente que se apaga y se enciende en cada paso del caminante anónimo. Juntos conforman una realidad única, impenetrable a los ojos de los ciegos diarios, pero en esencia, es la visualización más inconmovible de las maravillas que el cosmos puede generar

octubre 09, 2007

Fallo.

...Sin fin, continuidad, durable, perdurable, que permanece. Estas son las palabras que rebotan en la cabeza del asesino. En su fe criminal y su cuello infesto. En sus manos manchadas, con una biblia violada, rezará los perdones que nunca jamás podrá hallar.
El camino de la historia que redime en el banquill, la lucha de miles que renacen en los pañuelos blancos, en ese testigo que no aparece, en esas madres incanzables de esos puños en alto y estas banderas que no han de ceder nunca a la bota criminal y la amnesia oficial.

Se ven todas ahí, el llanto de esos ojos avejentados, vejados por tantos años de injusticia, de dolor infinito que no cesa, que perdura, y permanete, pero dulcifica una espera. La espera de ver a cada uno de los responsables, presos en cárceles comunes "por crímenes de lesa humanidad en el marco de genocidio de estado".

Perpetua quiere decir, NUNCA MAS!

octubre 01, 2007

Quisiera exorcisarlo, sacárlo de adentro, extirpar lo que aún queda y por fin liberarme de ese peso sin pausa, sin contemplaciones. Sentirlo fuera de mi, de mi pecho caliente, de mis venas dilatadas, de mis pensamientos regurgitando. Sueños permanentes lo preanuncian, los signos en todas partes conminan el momento cúlmine; y así todo, no logro comprender en qué forma, en qué medida el instante, acaso fugaz, acaso único e irrepetible podrá instaurar en mí, aquellas palabras sencillas, aterciopeladas que caerán como un elixir en mi denigrada garganta, atravesará los ríos de vodka y el humus de aquel desconcierto florecerá por fin en un todo esplendoroso de armonía y pasión desmesurada.

Retomo aquel impulso y no leer lo vertido, quisiera no correegir ni una sola de las palabras, proceder tan sólo a la mera publicación banal de lo estallado sobe las yemas. Sin embargo, el miedo, la razón tiñen el destino final de la producción. De pronto se iluminan ante mi: dedos, venas espeluznantemente maltrechas, yagas y arrugas delatan que no es un sueño, menos aún un dios y , ay! ingrato, manos de hombre, que siento, pero desconozco. No veo, no quiero mirar porque en la urgencia dicta mis acciones más violentas, mis peligros y los riesgos más vertiginosos. Al mismo aquel que no reconozco, frunce el seño, las imágenes se bifurcan y aquel que escribe, lo reprueba y no registra mis movimientos, gruñe, no entiende, no capta la sencillez del instante, la musa dicen los ilusos y así han pasado la vida, sin entender aquel fuego que lo lame como una lengua seca y rugosa, las extremidades deliciosas del íntegro lector.

Sigo esperando, que caigan, que adolezcan de una fuerza final y las palabras puedan decirme hacia donde ir, cuál camino del destino, pero inquieto pasadizo se hace esperar...y esperando uno escribe, cualquier porquería que uno puede imaginar.

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