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diciembre 22, 2008

Crónica de lo profundo

Ella baila sola, iluminada por flashes en el vagón del subte be. Es tan hermosa verla singular (qué virtud la 3era persona del ídem) en sus pies descalzos intentando mantenerse en esa postura puntitas de pie. Se apoya en esa música, traqueteo infernal, chirrido agobiante, corbatas golpeando portfolios y escotes rozando tetas industriales. Todo en plena armonía, baila una hermosa melodía en un vagón del subte be. 

Una danza de escalofríos, de sudores cálidos, de brazos extensos y pequeños labios que cantan en ese silencioso ritual. 

Un túnel, ahora. Hondo se oscurece, pero su imagen adivina en su ciega pasión, bailando, festejando la negra noche del tren. El pasadizo que la acoje, la acompaña, porque nadie ve. Y se siente plena, y su danza es frenética y genial. 

Y como en una sinfonía total, la oscuridad, el suicidio, la muerte final y de pronto... la resurrección: Otra estacióny de nuevo luz. 

Un alto y el silencio. Una tensa calma en la luz nueva de esta incógnita y somera estación. Luces y voces. Ella calma. Clama descalza volver a despertar. El bullicio que se extiende en sordos rumores, para volver a comenzar y ella, ay! de ella que prosigue encantadora-encantada, encantando a quien quiera ver.Serpientes ciegas, viajan con ella, sin tocarla mientras toca esa sinfonía invisible.  Y puebla de imágenes, estalla en mil fantasías, sus pies descalzos, su sonrisa tenue, su soledad y su cuerpo que se apoya, se extiende, se nivela, se desplaza como un sigilio, como un secreto. 

Y en ese paso disperso se va. Se esfuma, sin nadie más. A tientas, ciega a los ojos del resto. ¿Es un fantasma, una pequeña existencia o una idea fugaz de un sueño de cartón, bajo tierra y sin respiración. No lo sabrán, claro. Seguirá viajando por los trenes, descalza y sin razón.

diciembre 17, 2008

noviembre 25, 2008

Instantánea

Todo se vuelve un click, un blanco y negro. Sepia. Cartón. Película invisible
Las calles, sus vidas, sus grietas, sus melancólicas estelas de dolor, gritan y aullan, sin mirar. Una foto.
Un perro y su basura en plena city y pasando casi invisible, como todo, el señor de corbata. cliiick.
Dos turistas holandesas impactadas, un niño albanés, tocando su decrépito acordeón y a su lado, la hambrienta hermana desdentada. ccccliccck.
Papelitos con ofertas, lsd´s en una esquina y un ciruja escupiendo algún insulto arrabalero, la soledad de la calle. Clikkk.

Película del momento, imágenes de una lucidez. La eterna mirada hacia la verdad revelada, digitada.  La foto, en la cabeza, un disparo de luz, una apertura del diafragma-corazón y un estampa de la vida. Una receta, un momento sublime, un especie de zozobra al mundo que nos rodea.
Y se vuelve foto, sin relieve, sin textura, la más llana escenografía del infierno-paisaje. 
Clicks cotidianos, clisés. Callan y así estallan siempre, brutos pedazos de bosta en la cara alargada de tu señora mayor. Tomá! Click.
Otros no importa! la viven, y qué más da. Sin película, sin rollos, sin sentido de existencia, caminan coloridos, en sus colores mantequita
Ellos la ven pasar, ellos sigue sonriendo, click


noviembre 12, 2008

Encuentro

Siento todavía el perfume de ayer, el de años que perdura toda la vida. Impregnado todavía en mi piel, en mis ropas y en mis noches, sigue ahí perenne, porque hoy tengo la certeza, nunca se fue. 

La brisa de la noche me trae el recuerdo de todo lo vivido. Es una estela para ver más allá. Los años que fueron son también los que vendrán. 

Y en un suspiro toda tu ternura, tu mirada inalcanzable y tus labios de espuma.  Tu piel y la mía disfrutan indiferentes al mundo tantos besos contenidos, tanto tiempo imposible, tanto tanto. El rumor de tu camisa, de desprende sin mediar, para sentirte por fin.  Tu transpiración se entrelaza con nuestras almas gimientes. Ahora el perfume del sexo lo inunda todo. 

Una noche, como esa noche, todas las noches y ninguna. Son imposibles que se vuelven sueños. Sueños vueltos estrellas, iluminando el infinito. Tiempos paralelos, mundos lejanos. Se suspenden por ese instante, que es eterno, todos los miedos, las inseguridades, toda la desconfianza y la soledad. 

Y si me entendieras! cuán difícil es todo.

Otro suspiro. 

Sin sentido y sin razón. Tiene un punto y un volver a empezar. De nuevo mil miedos nuevos, mil cuentos por decir, mentiras que sostener y un mundo real que vivir. Todo cae en ese instante y son dos, solamente almas unidas por lo inverosimil e inexplicable.

Entonces te despido en otro suspiro que se desvanece, otro sueño imposible, otra noche hecha para los dos, que desaparece con nosotros. Una vez más, un hombre y una mujer, encontrándose para dejar de existir, otra vez; hasta volverse a encontrar y volver a morir.

noviembre 06, 2008

Aprendo

La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita, un zapato, y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores. En lo alto está el Cielo, abajo está la Tierra, es muy difícil llegar con la piedrita al Cielo, casi siempre se calcula mal y la piedra sale del dibujo. Poco a poco, sin embargo, se va adquiriendo la habilidad necesaria para salvar las diferentes casillas (rayuela caracol, rayuela rectangular, rayuela de fantasía, poco usada) y un día se aprende a salir de la Tierra y remontar la piedrita hasta el Cielo, hasta entrar en el Cielo, lo malo es que justamente a esa altura, cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedrita hasta el Cielo, se acaba de golpe la infancia y se cae en las novelas, en la angustia al divino cohete, en la especulación de otro Cielo al que también hay que aprender a llegar. Y porque se ha salido de la infancia se olvida que para llegar al Cielo se necesitan, como ingredientes, una piedrita y la punta de un zapato.

Rayuela. Cortazar.

noviembre 03, 2008

se(r) constituye(nte)

Venía masticando ilusiones, rumiando la voluntad cansada y obsoleta. 
Estaba esperando sin más, que el tiempo pase, que la imagen me deslumbre o que el mundo por fin estalle, 
Sintiendo entonces la musiquita en mi cabeza, empezaba a caminar el empedrado de ese barrio, bah. Callecitas de un misterio llamado lugar.
Tierra herida, de tanta sequía y los sueños deshilachados de tanta agua bajo el puente. Tanta sabia semilla, de tanto brote por desborde. De tanta violencia sin palpar. 
Entonces preguntaba, que qué tanto cielo haría falta, para tanto corazón deshecho. Qué podía salir y disparar y que si no pasaba tampoco iba a cambiar.
Preguntaba caminando y en el andar la duda se iba desperdigando, allá  entre mis zapatos sucios, mis tobillos dolidos y una lluvia que no espera arrancar. 
Ahí mismo  la montaña. Ahí o allá. Dónde está?, En definitiva no parece tan grande. El horizonte chiquitito ociquea las nubes desinfladas. El cielo eterno, tan eterno como el sol, sí! claro, calentamiento global.
 
De ser así, porque no hervirnos en una olla, entre zapallos y bananas. Que ya todo se acaba, no cuesta nada arrancar. Que si no es ahora, cuando! Que sino es ACA, donde más!?

Dejame soñar un poco, dejame quedarme aca

octubre 22, 2008

De pronto, escritor visceral, escritos fugaces, urgentes, fogosos, deliciosos. La búsqueda del papel, cualquiera. De celofán, servilleta, higiénico o carbónico, lo mismo da. Da lo mismo, escribir en la mano, en la pared, en la tela o el sillón. Apenas da. Porque todo vos, expele, regurgita, trasunta lo que buscás. Te carcome, te subyuga y ante eso, la nada.
Y nada alcanza. El terror que tu papel se acabe, que la tinta perezca, que el tiempo culmine. Y a pesar de todo, siempre sin decir nada, sin escribir nada.
Hasta  que algo cobra sentido por primera vez. Ocurre lo mágico inimaginable (no maginable). Algo, alguien, qué! de pronto cobra sentido.
De pronto tu sillón sin esperarlo desaparec

septiembre 02, 2008

(...)

(...)y de pronto, a eso de las seis y media, en medio de una vorágine argumentativa, no resultaría tan malo una "revolcada industrial".

es que a esta hora y con este cansancio, todos los gatos son pardos.

(.)

agosto 26, 2008

Silencio II

No hay banda. claro! porque somos todos mímica, recuerdos, memorias de algún otro soñandonos. Como cuentos borgeanos vivimos, sin decirnos las vidas vividas, caminamos como otros, siendo otros, sintiendo como un extraño. Sentimientos que se nos imponen, que no nacen, que se evaporan al instante.

Hay silencio, y después, la perplejidad, el saber, el conocer exactamente que luego que la banda cese su voluntad, el silencio se volverá perpetuo. Y en vida, el silencio es una calamidad, un paria, nuestra propia sombra que nos deja solos frente a la verdad. El silencio y el grito se fusionan siempre, como si el más mudo pudiera ensordecer al mundo. Porque no hay peor miedo que el que no quiere decirse.

Nos lo dicen, nos lo advierten, No hay banda! y así, pensamos e imaginamos mil imágenes y sonidos, texturas y voces. Porque somos seres llenos de puntos y fugas. Pero la advertencia pronto se hace realidad y caemos, con ella, en la tristeza, en el agobio. En la idea cabal, de que todo esto no existe, un juego, un cuento, un momento más en la inexistente vida de un hombre.

Es la certeza que no somos más que con el otro, que da sentido a la escucha, a la música, a lo que hacemos, a lo que vivimos permanentemente con y para el otro. Y así la vida vive en ese cuento borgeano, que bifurca caminos, que enloquece en sueños y en realidad, en vidas compartidas y muertes profundas y finales.

Siempre somos, seres brillantes y silenciosos en noches confusas.

agosto 22, 2008

Viernes 5.38

Asesinos sueltos a la salida de la oficina, un contestador con amenazas, una pesadilla recurrente, y un sin fin de no me acuerdos que estallan en mi vida como recuerdos continuados.

Y sigo siempre sigo, en presente y sin condicionales, caminando en la verja, en la linea delgada, en el punto antes de la coma y así, un etc.(étera). Un texto que se anida en otro, como las capas de la cebolla, pero sin lágrimas, así como un todo enmarañado con un gusto fuerte en la boca.
Y después la caída y vuelta a levantarse. Cuestión de andar, y ojo! no dejarse llevar.
Todo en un día complicado, en un viernes sin fin, en una mañana apática, de sol que no calienta y de frío interior.
Es algo asi como una lucha, que no deja de contarse, en palabras y caminatas, en memorias y sueños. Que no va a ningún lado! pero qué va! si apenas puedo callar.

Baños sucios, canciones desgastadas, paredes húmedos y futuros mojados. Qué esperar sino la espera, que acontece, sin detenerse.

Espero entonces, al asesino en mi puerta, a la llamada amenazante y al sueño. Sueño que espero sea sueño y no tragedia, como suele pasar. Y si no pasa, pasará. Eso es definitivo y no hay punto que contenga semejante afirmación.

agosto 15, 2008

Salváme.

Un pedido desesperado, silenciosamente ensordecedor, profundamente delicioso. Un ruego cálido, tornandose poco a poco cada vez más espinoso. Un grito, y una oración. Una sensación, miles en una palabra. El deseo encubierto de la desolación, de la soledad embargada para siempre.

Si lograras aparecer y salvarme, tan simple que la vida cobraría algún sentido. Como si fuera tan difícil, te convertirías tan pronto que no sabría diferenciarte de un hermoso superhéroe.
En un canto, en una estrofa, de rodillas o sentado a tus pies. Lograrían comprender que la salvación es tan otra cosa. Otro color. Mil armonías encendidas.

Un recogimiento del corazón. Mil voces en una, un tramo de mi cuerpo, un pedazo de mi ser. No! no quiero resignarme. No quiero sentir que pierdo esa posibilidad, ese único milgraro de salvarme.

Y no te avivás! si maldecís lo que querés y ni siquiera te podés mantener de pie. Sin sentido, el dolor estará ahí permanentemente, hasta que decidas salvarme.

Y sin saberlo, también estoy yo, desesperado por salir. Por desahogar esta triste desolación. De sentirme así de chiquito, infinitamente inútil. Pero en ese ruego sordo, me canto al alma, que no para, que no se detiene al sentir, que debe salvarme. Y no darme por vencido.

agosto 11, 2008

optimo

¿Y si de pronto en este instante dejara de existir? ¿ Si de pronto todo se oscureciera? Qué sucedería si pensáramos que este, este preciso instante es el último, el definitivo?

Así cada segundo aparece como una tragedia: en cada respiro sentiríamos que dejamos este mundo... y a sabiendas de ello, tendríamos alguna especie de deber en dejar registrado ese último momento? ¿Como sería, qué diríamos? Apenas podría ser conciente.

De pronto nada de eso tiene sentido. Qué importaría en tal caso que dejamos, si meramente nos ausentamos por siempre.

Este pensamiento trágico y fulminante pasa en el momento en que un policía saca su revolver al aire, instigando a unos pendejos que debieran irse de no se qué local de modas. Si de pronto ese revolver desalojara su bala y cayera en mi cabeza, ahora que lo estoy viendo, o a cualquiera de esos tres pibitos ahí. Lo mismo da.

Para cualquiera, la vida es un instante, un segundo del sinsentido de permanecer con vida. Porque lo más lógico, lo más esperable es que todos caigamos muertos por una u otra razón. De hecho sucede permanentemente y no somos capaces de alterar esa ley perpetua de estar con vida.

julio 02, 2008

invierno

De pronto la nostalgia. Así, de sopetón y sin aviso. Sin angustias, sin extrañamiento, simplemente está, se presenta.
Quizá tuve un destello al sentir los pies desnudos, cálidos, en esta noche gélida. Pudo haber sido muy bien el ruidito del fluir del avión allá lejos y a la distancia. O el click espacioso del televisor apagándose. Pude haberlo intuído, no lo sé. Algo que se moviía por dentro, despacito, sin decir palabra, sin siquiera meditarlo, allí estaba inmerso en la nostalgia.

El silencio lo ocupó todo. el viento tras las rendijas de mi ventana, mi cuerpo movilizado por mil ráfagas de un huracán que comenzaba en la garganta y se anudaba con moñito y todo, en el centro de mi estómago. El tiempo que comienza a tener otra dimensión, todo comienza a morigerarse, ahora! justo ahora que quiero que se vaya volando, que necesito que se pase como un formula 1... no respeta velocidades, es lenta, silenciosa y muy cortante, la nostalgia se queda pa´quedarse. Es densa, lo cubre todo, por la ventana, ahí están los árboles pelados que adivino en esta negrura, divinos y de mil colores muertos de pronto en la noche. El invierno, la soledad y el gamulán por dentro.
Ahí está la nostalgia, en la ventana, en la quietud de este mudo acontecer. Todo allá fuera es caótico y ensordecedor, eso me vuelve como un bumerang y ese griterío, esa incomprensión se vuelven sobre la ventana, para acallarlos, para tomarlos todos en el vacío más angustiante. Grito. Es que ya nadie escucha. Estoy solo. Y sin embargo grito.
Aquí hay solo silencio. escucho mi respiración, mi mano contra el borde de la hoja. De nuevo el gemido de las hojas en esa ventana.
Un suspiro contenido, habrá que comprarle burletes al corazón, que tirita de frío, y con razón. Brota la nostalgia y contagia. Esta hoja, esta tinta suelta, la mirada, las paredes, que escupen nostalgia y desolación! como se les pega, si hasta las flores se marchitan en el balcón.

junio 27, 2008

Seres atómicos

Obstáculos y nada más. En ese hemos convertido la vida en la ciudad. Meros obstáculos en cada forma social que encontramos. Los paraguas cuando llueve, las gotas de los aire acondicionado en verano, las baldosas rotas, los carriles cortados, los semáforos, los autos.
Todo pasa a ser parte de una carrera por sortearlos. La ciudad no es más que la conspiración contra su propia existencia y eso se expresa luego en la relación con los demás. Se va creando la atmósfera propicia para esa relación.
Así refunfuñamos por los artesanos y sus lienzos, las marchas, las protestas, el calor, la humedad, el humo, el ruido. Todas son formas válidas de resistencia contra uno, todo merece morir antes que dejar que mi tiempo se retrace.
Nos vamos transformando en atómicos, en seres celulares que estallan en reacciones en cadena cuando se tocan con el otro. Estallan, explotan. No debe haber contacto: el tren, el subte, el colectivo, cualquier asiento en el cine se vuelve espacio de disputa y de peligro... no vaya a ser cosa que quedemos pegados con el otro.
Cruzamos una calle y vemos de pronto, frente a nuestros ojos, a esa manada de hombres y dispuestos en posición de guerra para atravesar el surco del asfalto aunque cueste la vida y allí los atropellos, los codazos ,los empujones.
Salgo al barrio y siento ajenidad, todo resulta ajeno en un mundo inanimado.
Nos volvemos objetos, no vemos más que invididualidades y vaya cosa seria! que esto ya se pensaba desde la caída del muro y el comunismo... que el contacto humano era cosa de socialistas! y sí, parece que revolucionario es el amor, el sentido de humanidad, el profundo deseo de resistencia contra la insensibilidad y el no involucramiento. El amor, es así. Desprendámonos de su versión naive, de su sentido más banal. Creer en el otro, contagiarnos su risa, vivir su pesar; todo pasa a ser revolucionario en un mundo que oscurece los sentimientos, que oscurece cualquier atisbo de humanidad.
Nadie ve nada, estamos ciego y en esta ceguera todos somos culpables

junio 24, 2008

Sin metáfora

Hace como dos años hago el mismo recorrido desde mi casa al trabajo. Casa-Colectivo-Subte-Trabajo.
Es sencillo y muy práctico a pesar de la gente, el calor, el agotamiento de los trasbordos; pero es rápido y eficaz.
Hace dos años, ese mismo trayecto realiza en mi cabeza una serie de observaciones mentales. Hacia el final del recorrido, básicamente desde las estaciones finales y las cuadras caminadas que llevan al trabajo, como por arte de magia, por musas inesperadas, en mi cabeza comienzan a tener formas e ideas de los más bizarras, fotos, acontecimientos pasados (quizá nunca realizados), datos, fantasía.
Se acumulan sin parar colores y mezclas sin contornos que de a poco a medido que voy perfilando el camino hacia mi labor se van aclarando, perdiendo muchas, otras se van refinando, hasta dejarme sonriendo solo en la calle Florida, entre el gentío que vuela a sus destinos.
En general desde hace dos años vengo usando esos momentos de sencillez, de segundos mágicos para importarlos a estas lineas virtuales. Son mi insumo más importante. Casi sin evaluar si amerita, es casi una exorcización de aquel instante revelador, divino (si me pusiera místico), que urge sea materializado, aunque claro, en internet.

Sin embargo, no hace poco vengo sintiendo una sensación mucho más extraña, pero a la vez de lo más atendible y razonable. Cuando estas ideas están patentes en mi cabeza, cuando han logrado configurarse en torno a una introducción, un nudo y un final, es justo casi siempre el momento de ingresar al edificio en el cual trabajo. En ese instante aquello que estaba fijo, atrtavezado en mi conciencia y casi grabado en mi retina, comienza a languidecer. Como un foquito de luz, empieza a perder su brillo, se opaca y pierden la intensidad de su origen impredescible.
Mantengo la convicción (a medido que atravieso el palier y a los empleados de seguridad) que a penas llegue a mi escritorio intentaré garabetear alguna que otra línea que me permita reencontrarme con esa idea-uz que había sido tan patente minutos atrás. Sin embargo a medida que subo el ascensor, ya más oscura que antes, el pensamiento se vuelve irracional, impúdico, desalentador, inútil, sin sentido.
Dado el recuerdo de las cuadras caminadas, pretendo reconcentrarme en los minutos que me quedan, sosteniendo que como un sueño, al levantarse los hiatos que cubren nuestra imaginación son de por sí irracionales, pero no por eso dejan de tener un sentido estético y es por eso que me aferro con fuerza a plasmarlo en un papel.
Al cabo de esos instantes y en el momento que cruzo con desidia la puerta de la oficina hacia mi escritorio, la idea simplemente desapareció. Se esfumó. Me quedo sentado frente a la computadora, pensando, recordando, delineando algunos dibujos mentales de aquellos instantes de inspiración fugaz. Los momentos que siempre había intentado plasmar ahora se hacían inencontrables.
No eran simples ideas, era la idea luz que por más simple, por más trivial tenía el poder de haber hecho olvidarme de todo, en esos minutos en Florida. Me había hecho sonreír frente a una multitud desvariada y enfermiza.Era lo suficientemente poderosa como para poder transcribirla luego. Y así todo, el contacto con ella se esfumó como un mal presagio, que pronto dejó de existir.
Me dirán que es tiempo de abandonar este trabajo; un recurso menos radical sería utilizar un grabador. Yo voy sintiendo que es un mecanismo de defensa. Supongo que todas son respuestas válidas. Por otra parte, voy pensando que mis ilusiones y esperanzas se van acaparando en ese instante preciso de luz que brilla por encima del día, de las tareas y obligaciones y me deja flotar por encima de todo eso por escasos momentos. Quizá es mi mente la que me obliga a retenerlos, a no publicarlos, a hacerlos mios, asirlos entre mis dedos, que se esconden para mi protección.
Aún no lo sé, quizá este sea un intento de respuesta frente a la hoja en blanco, frente al silencio que viene transitando mis musas, pero sin duda siguen ahí, candorosas, jugando a las escondidas para mis minutos de placer diario, pero que huyen prontas cuando trato de describirlas.

mayo 22, 2008

la joven vida

Antes que nada, bajense -a quién le hablo!?- la banda de sonido de juno..http://rapidshare.com/files/83315132/Juno.rar.html. recomendable para entender(me) un poco más

Juno se ve por los oídos, o mejor dicho, se entiende en su entera complejidad desde que uno comienza a escuchar. Es un proceso lento, que recién entrado el relato comienza a percibir cierta coherencia con la armonía que aparece por detrás. Se da de a poco, primero por intuición, luego se va palpando en la piel, hasta que ya no quedan dudas:La banda de sonido de la película es la clave. La misma lógica sigue el relato, pero eso va más adelante.
La banda de sonido cuenta como en secreto, a hurtadillas, la estructura interna, indaga sobre el sustrato de la joven vida de esta muchachita... es que la historia por demás es sencilla: "joven-rebelde-embarazada-de-mejor-amigo-debate-entre-aborto-adopción".
Más allá de la permanente construcción que realiza el film sobre los personajes y la expectativa final que ponemos en Juno y su decisión en torno a su niño por nacer, se percibe una historia más gravitante, de mayor envergadura que tiene que ver más bien, con la madurez, un proceso de ese estar-en-el-mundo, de concebir la realidad desde una mirada adulta que sobresale en una segunda lectura a la capilar historia de "la madre soltera".
Y esto es lo que no puede entenderse sin el auspicio de la banda de sonido. Paso a paso se va configurando melodías al principioo de una dulzura que llega a la crispación, canciones chistosas y muy empalagozas que remiten a la adolescencia casi incolume de Juno. Una niña rebelde, con serios problemas de adaptación y sociabilidad, pero que vive en un mundo desprovisto de responsabilidades, fumando pipas, con bicicletas como nudos problemáticos y juego de sillones puestos en jardines.
A medida que avanzan los temas se nota cierto corrimiento en la temática que preanuncia algún cambio, aunque las melodías mantengan cierto halo superficialidad (aún). Quien escuche "loose lips" por ejemplo, mientras afirma como inocente jugarreta de niños "we won't stop until somebody calls the cops/and even then we'll start again and just pretend that
nothing ever happened/" recomienda en el mismo tono "if you wanna burn yourself remember that I LOVE YOU/and if you wanna cut yourself remember that I LOVE YOU/and if you wanna kill yourself remember that I LOVE YOU/call me up before your dead, we can make some plans instead/send me an IM, i'll be your friend..."
Y ahí cuando Juno comienza a evaluar seriamente qué significa la maternidad, qué significa el aborto, que relaciones comienzan a aparecer por detrás de esas decisiones -a primer vista- superficiales que puede tomar cualquier adolescente a la hora de ser "madre", se van configurando relaciones de una importancia inusitada en una persona de su edad.
De pronto "Superstar" de sonic youth nos mete de lleno en el cambio que preanunciabamos, en una atmosfera densa, compacta, negra... con canciones de amor que hasta el momento no tenían razón de ser, que podrían sonar hasta cursis, pero en el transcurso de la peli comienzan a tener un sentido de profundidad asegurada: "loneliness, is such a sad affair/and I can hardly wait/to be with you again/what to say/to make you come again/come back to me again/and play your sad guitar"
Lo que aparecía como dulces y desinteresadas canciones de juegos graciosos, se advierte de pronto que estamos ante algún tema un poco más delicado.
Y mientras tanto...los personajes van mutando, el padre que quiere adoptar muestra razgos más infantiles que los propios adolescentes, se enamora de la chiquilla; Juno practica un pragmatismo fuera de generación y la madre conservadora pro Familia" puede llegar a ser madre soltera....
Las bifurcaciones de la pelicula muestran esos cambios, esa joven vida del título trampea, nos hace creer que vemos una pequeña adolescente y hacia el final, vemos una mina consolidada en sus ideas, cuestionándose mucha de las verdades de los adultos, mucho más infantiles, que terminan siendo pequeños frente a esa pequeña juno, que a esta altura, es enorme.
La joven vida entonces confunde porque en nuestro inconsciente colectivo: joven-inexperta-inocente,...blablaba todo fluctúa, la juventud tiene una madurez legítima, los adultos no saben como manejar a los niños/adultos; se comportan como chicos y en ese vaivén los últimos tracks deconciertan entre el folk rabioso y entusiasta y el tono ambivalente de lou reed en "sticking with you".
En fin. Juno muestra este proceso tan complejo y tortuoso de la madurez...pero que no cae en los lugares comunes del adolescente "rebelde sin causa" sino que pone de cabeza este concepto, pone a la madurez en aquellos que "debieran" tenerla, los Adultos, en un proceso que es aparece más dificil para el adulto que para el joven y ese cambio maravilla, enloquece, porque nos devuelve una mirada de nosotros, de qué somos, con quien nos identificamos...ahí está la construcción de la identidad y en eso tiene mucho que ver lo movilizante de lo que esuchamos.

mayo 14, 2008

mi nueva frase de cabecera

"corazón, mente fria, pases cortos y abrir la cancha..."

mayo 12, 2008

Camara lenta

tomo un tilo y todo está bien. De pronto todo en esta podredumbre comienza a tener algún sentido. Sí muy bien, podrán decir que estoy completamente sedado y por ello, mi visión de los hechos. Es probable, but im not the only one. Asi y todo podría pensar en un sentido diferente, que todo es una mierda, y punto. Porque sí. Sin embargo la idea que sobrevuela en estas horas de somnoliencia citadina, es que "todo esto, comienza a tener sentido".
Odio las enumeraciones, me doy cuenta que las uso por demás, sin embargo me dejan la libertad en la hoja en blanco para entender precariamente lo que de otra forma... bah, quizás son sólo palabras.
o números, o teclas; teclas, sí mejor.
De piano. eh.
Y veníamos a la enamuración de esta mierda, de este caos (y sigo enumernando) en esta verborragia de los humores crispados, de la iracundia gubernamental, de las polarizaciones vacías y las premisas falsas. Todo encuadra en una misma tonalidad. Un gris, un amarillo patito, un celestón, pero nunca osarán jamás pintar(se) de un violeta, un fuscia, (por qué rae fuxia, no? tiene más punch) un rojo furioso, un que se yo. De una vida.
Está bueno cuando el texto tiene su canto. (No por ser poesía, que quizás porque no la porque no la se cantar, no me interesa) Hasta el texto más canónico tiene su canción interna, su propia armonía. Hoy estoy desafinado. Se nota, desentono. No me sigo. Es el piano, por favor!
Asi que por eso quizás los entiendo más. (Enumero) Faltos de ideas, de esperanzas y de sueños. Cansados de esperar, de cantar, de sentir, de latir. Sobre todo, faltos de amor. Están todos en una perfecta (des)armonía colectiva, en un incomprensible subtono que estalla en los vidrios de nuestras débiles almas-timpanos...pero claro, estamos todos en la misma, quién se va a dar cuenta? Quién sale del ruedo?
A qué iba? ah si! estaba en el tilo, colgado del. Con la idea clara de que la vibración es la que falla, lo que permite estas distorisiones, estos desniveles, enumero.
Lei por ahí que viviendo en una sintonía por debajo, más lenta, más acompasada logramos incorporar diferentes energías imposibles, que se materializan en ese estado, que se vivencian, se perciben como una roca, como una mesa, tan exacta como una pelota..ahí tenés la sensación..fa! lograron la materialización de las ideas...y decían que el materialismo diálectico se había temrinado...escuchen a los metafísicos, más físicos que nunca. y el tilo es así, te deja pasar esa calma. Y aunque parezca mentira, se entiende, tiene un sentido, una coherencia...de a poco y sin apuro, todo encuadra. El ecualizador cosmico, klemm, por qué no?
Todo encuadra, y vuelvo a mi cup of tea, tranquilo, adormilado...me encantaría dormir y seguir escribiendo los sueños.
Qué sueños? ya estoy dormido.

mayo 02, 2008

De la lectura

Nueve cuentos penden de un silogismo. Logra incorporar en un titulo, las etiquetas vacías que sostienen a los hombres. El vacío. Una amenaza, nueve cuentos a las grandes pretensiones, a los desorbitantes niveles de ansiedad y7 orgullo, el puro ego de las grandilocuencias, se abortan con un mero y sencillo titulo de enumeración. Nueve cuentos. punto.
Una adevertencia al lector, al mundo entero. La consigna pareciera querer deslegitimar todo lo conocido, los protagonistas de estas historias parecen gritar exaltantes -No entenmos más nada! y vaya que es confusa la vida fuera de esas verdades. Somos débiles, somos vulnerables, precisamos de las fatasias intelectuales, nos hacen sentir más cómodos, nos llenan. 9 cuentos es una pasadizo por las guerras, por las angustias por las existencias ezquizoides del ser. Semejan la parodia de nuestras vidas, pero es mucho más sencillo que eso. No son parodia, son efectivamente, nuestras vidas sencillas y pequeñas.
Todo incluso esto, en definitiva no es más que relatar lo innarrable. Deberíamos callar y observar, todo en definitiva pretende ser y no efectivamente, ser.
Son nueve. Ni siquiera llegan a diez, y para qué; si dicen más que obras "serias" y monumentales. Es que en esa autocompasión, en los juegos de envidia y prejuicio, resulta urgente callar. Aprender de los niños, de los que no llegan a 10. Los que saben hablar tan bien de la pobreza del alma, de las angustias y los fracasos de la misma manera con la que describen un chupetín. Todo es menos complejo, más fácil. Son los grandes filósofos, que van perdiendo en su interegno la maravillosa enseñanza de lo simple. Los niños grandes, los niños-niños, todos los que tienen esa capacidad, son alquimistas, son magos que convierten en esencia sustanciales las banalidades más "intrascendentes".
Sin títulos rimbombantes, ni sonoridades poéticas, ni siquiera finales estruendosos, nueve cuentos encuentra respuestas sencillas al que quiere y puede leer.
Y aún no he entendido nada y tiendo a la grandilocuencia cuando esto no debiera ni siquiera haber sido escrito. Como siempre, todo se repite, seguro esta frase, seguro esta experiencia.

abril 03, 2008

silencio

sentarme frente al teclado y escribir. Lo miro, lo imagino, presiento las palabras, las imágenes y los sonidos; sus texturas y sabores. Me deleito mirando el teclado. Nada de eso expreso mientras hablo. El recorrido por estas lineas se deslizan como en un naufragio, entre lineas...allí estoy. ni siquiera en el planteo absurdo de quien escribe, ni siquiera en el contenido último, estoy en los paréntesis, estoy en los puntos suspensivos, en los matices, en la sonrisa de la S, en la carcomida sorpresa de la O, en los acentos -no en las tildes-, en final.
Aprendo del blanco, lo distingo de esas letras de molde negras que aparecen como ganado, arriadas por una voluntad que no es mía. Y pienso en cambiar el fondo. Quizás verde, a lo mejor amarillo...negro quizás.
Entonces se me ocurre, que tal si la humanidad callara de pronto. Si la humanidad cesara esa costumbre del habla. Aprendiera de pronto escuchar silencios, presencias. A sentir contornos, limites, bordes.
Qué tal si aprendiéramos a amarnos en silencio, en el éxtasis de entendernos por sí mismos, en el beso, en el sexo, en la mirada. Cómo sucede que el acto sexual se vuelve así tan simple, tan milagrosamente, tan complejamente simple. Cómo imagino tu excitación? Cómo logro alcanzar tu deseo sin un atisbo, sin una mueca? Tan sólo la atención presente, el deseo constante.
Qué tal si dejáramos de construir poderes, y aprendiéramos a inventar puentes.
Me siento entonces y veo la pantalla en blanco. Sucede que no tiene sentido nuevamente escribir lo que escribo. Tendría que comunicarlo de otra forma, verlos a los ojos y comprender lo que digo...lo que ni siquiera pretendo decir.
Retorno como siempre a la tragedia de este escrito, que no debiera haberse escrito nunca, y así, publico lo que nunca exisitó, una voluntad. Páginas en blanco, o negras debieran ser.
Quizás ahí, amiga, radica la incógnita de esos escritores que deciden emigrar a sus silencios, obligados al olvido, dejan sus obras para yacer eternos en el mar de libros imposibles que jamás escribirán. Quizás están diciendo más de lo que muchos intentan sostener en enciclopedias y novelas monstruosas.

febrero 20, 2008

eclipse

Luna roja dicen los titulares, salen a las plazas! Sombras que acortan las visiones y desesperados se compran espejitos para sus balcones. ¿Qué mirarán mientras tanto, allí tirados en sus lonas, los del parque Lezama?
El chango san juanino, venido de sus tierras, que hace tantas lunas se cobija bajo su única sombra, qué puede asombrarlo, ahora que en los canales la lucecita la pasan en cadena nacional, por el cable del porteño.
¿Qué milagros espera concebir, ahora en esta noche estrellada, qué ilusiones alternan su visión, observando la luz aplacada?
Cómo contemplar de igual forma la luna, con esos ojos de turista, con que ahora se reúnen tantos con el pescuezo en alto, quizá por vez primera, bendito ellos, obervando lo que la tele les ifnorma. Están allì con sus lentes prismáticas, con sus pilchas de noche, recorren en sus vidrios polarizados y sacan a pasear su humanidad por el aire de la luna.
Como entonces comprararse, con las lágrimas del chango, que a solas llora con su lunita, en ella que pretende alguna mención, al menos alguna certeza a sus desdichas.
Dicen que "por única vez roja ha de ponerse"... pero bien saben los changos del parque que roja es la sangre de sus heridas, de las querellas verbales, de la violencia de los vejámenes. Roja es la tierra de la que han nacido, que han parido con dolor los viajes del destino, con las noches encima y su luna siempre bien arriba. Saben que lo que oscurece, lo que se tiñe de negro, es el alma de aquellos, que ahora van pidiendo pista para hallar su lugar en la silla.
Qué pensará el botija, sentado en el cordón de su guarida, tomándose un vino y riéndose de los quías que orgullosos esperan el día, como si de compras se encontrasen.
La noche se oscure, bien pronto los visitantes irán derechitos a sus camitas, su te y sus comidas, recordando las magistrales aventuras de una noche en la ciudad, mirando el vaivén del cosmos, será noticia mañana mas no pasado... sin embargo el chango mantendrá ese secreto inmaculado con la blanca luz que acompaña sus miserias.

enero 29, 2008

Clip

Imaginé un hermoso video clip para yorke y sus amigos.

Fue en el subte, ahí mismo formaría toda la secuencia. Claro, el protagonista sería yo. La banda no aparece nunca.
El minuto cero del video es en el silencio más absoluto, los pasos atenuados del joven pálido, en el subte, se sienta en el medio de la fila de asientos. Los auriculares puestos recién en el momento en que se sienta, el protagonista apoya los auriculares en sus oídos y la música estalla.
La gente empieza a subir, se aplasta contra las puertas y las ventanas, el pibe tiene a su lado a un gordo de traje y a una rubia maquillándose, los dos lo aplastan.
El pibe tiene una mochila y esconde un secreto. Durante todo el trayecto mira a los miles de seres que aparecen en el vagón, los que se van, los que se sientan.
Una cámara impulsiva, completamente subjetiva encara cada rostro, cada simulación y deseo de los pasajeros: Una vieja refunfuñando, un nene comiéndose los mocos, un oficinista de mediana edad apoyándose una pendeja, la misma pendeja que lee una "Cosmo" tomándose del pasamanos, señoras leyendo a osho, una pareja llorando por alguna discusión. Todo es alboroto, mil voces que no se oyen, se adivinan ensordeciendo al resto. La música es lo único que ilumina.
Todo transcurre en los movimientos del pibe, que lo mira todo con rabia, enrojecido de furia. En los estallidos de la guitarra, se toma la cabeza, presionado por el tremendo secreto, por la angustia, por el odio contenido.
La canción va terminando, el viaje va llegando a su estación terminal, el bullicio, la humedad y el calor se hacen imposibles, el agotamiento, la gente empujándose, el hastío, todo comienza a exasperar, la cámara se descontrola, se marea, se pierde, mil colores, todo queda enmudecido.
Aparece el chico, continúa silencio, sus auriculares, su mochila.
La bomba estalla en la mochila del terrorista.

enero 21, 2008

Hoy no pude dormir. Mi cabeza estalló en infinidad de pesadillas circulares. Ninguna terminaba, en el transcurso de una, se hilvanaba la siguiente y luego la siguiente, y así circularmente durante horas. No podía despertar, es que estaba en la vigilia. Sería un eco del infierno? Sería esto el infierno? Ser conciente de todos los malos presagios, del corazón golpeando el pecho helado por la incertidumbre? No cerraba los ojos, acaso por miedo, acaso temiendo que los pensamientos que mi mente elucubraba se metieran como un cuchillo en imágenes en color, en sonidos misteriosos, que hicieran más larga la dolorosa presentación de estas infamias.

Mis ojos de nuevo revoloteando en el cieloraso, concibiendo de mil maneras el sueño, pero en cada arranque de somnolencia, nuevamente un nuevo episodio me arrancaba lágrimas y gritos ahogados.

Hace días que esta cama no es mi cama, me devora como a un extraño, me encadena a los peores pensamientos. Cómo continuar si no estoy dispuesto a dar la batalla? Se cómo resolver todo lo que mi mente intenta decir, pero mientras más siento, pero es. Las presiones y las interminables sesiones de dolor se amontonan, dejando en cada barrida un nuevo escenario, cada vez más teneboroso, cada día más inverosímil.

Quisiera levantarme, pero mi cuerpo inmóvil no responde. Mis ojos de apoco se van cayendo, mi letra cada vez mas desprolija y sin fuerza va cayendo en el sopor que va llegando. No detengo la escritura, es producto ya de las fuerzas descomunales que hago para no caer, para no ahogar en un grito y poder quebrar lo que se avecina.

No tengo más remedio, ni los puntos ni las comas detienen el paso ahora final del sueño terrible, de aquel que viene por todo mi ser, mi mundo y mi vida, para demostrar que soñando tampocoes posible revivir.



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