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marzo 31, 2011

tan sencillo

El mareo de las letras se escabullen en la oración. No sabemos a dónde es que corren, las letras, estalladas en un pincel. Sin saber bien, escondidas tras el mantel, esa hoja trágicamente blanca.

Siempre, el abismo de la nada, de esa inexistencia
inexpresiva
 innherte
 malavida.

Siempre, el miedo de esa imposibilidad de comenzar. Como un atraso en el envión de vivir. Las letras igual se enfrentan a la nada. Se exponen así, en la tinta que cae, en reversos y contextos diagramando los contornos de nudos densos, inicios destinados y finales intempestivos.

Cuando se estabilizan un poco en el papel, uniformes y sin brillo, estampadas como están, no existen. Sólo persiste la memoria de la locura pasajera, de aquél segundo glorioso, donde la vid atormentada que fluía en un instante de vibración recorría la extensa planicie de la transformación y pegaba hojas tras hoas, nuevos inventos y fascinación.

Luego, todo queda a oscuras. Breve relato y nada más. Un comienzo un nudo y un final. Cómo si fuera gran cosa! Tampoco vale la pena escribirlo.





marzo 21, 2011

un posible encuentro

Sus pies desnudos en una fría noche, algo hambriento y con una sed infernal, con el cuerpo cansado y un faso clavado en la mueca de su labio. Contemplaba un contorno de cuerpos casi indescifrables, vestidos tras las músicas de bajos insondables.

Enseguida una estela de luz, abriéndose paso entre los danzantes y la mecha de luz que pendía del incienso murguero, encendida la bengala.

Allí apareció su rostro, brillando, en un gesto de confusión primero con la luz repentina, cubriéndose los ojos con el resplandor, con la sombra de sus manos. Después sus ojos recibiendo el centro de de luz. Fascinada con el descubrimiento, sólo sonreía perdida en las filas de la procesión.




Su cuerpo se acomoda a la ansiosa mañana, y sus labios presentan la sonrisa luminosa que juega con el fuego de noche,
dócil,
en el contoneo del cuello delgado,
suave
en la brisa y delicada de su piel. Se cubre de sombras y luces con el balance raquítico que baila  de aquí para allá.

Un leve gesto hacia el cielo, y logra observar la luna, radiante para oscuros nostálgicos; descubre con sus ojos ahora abiertos que el cielo está algo más arriba, que no andaba flotando.

Y cuando regresa, de prepo, a esta tierra coronada por el baile linfático, cruza su mirada con la de aquel.

Que había quedado allí, prendido de un cuello desnudo y seductor.


marzo 13, 2011

destierro

Por accidente o por error, un cuaderno se hallaba en la tierna sábana imantada con sexo de telenovela dominical. El cuaderno de tapas rojas y textura felpa recorría un destino indescifrable, al borde del colchón, en el abismo del desconcierto. Sus tapas endurecidas, dejaban ver en caótica tertulia, hojas y hojas saliendo del cuaderno, tímidas primero, impulsivas y salvajes después.
Sueños contados y novelas mentidas comenzaban a caminar solitarias, por fuera de los márgenes del encuadernador.
Silentes e invisibles las hojas comenzaban a tejerse unas con otras, con los pies en los ojos,  escondiéndose en  recovecos y camas corroídas. Relatos de historias nuevas y futuras, encontrándose sueños dormidos y deseos mal contados; papeles de princesas y verdugos sentimientos se entrelazan como juego primero, liberación después.
Se resbalan de sus escondites, las hojas liberadas de autocrátic régimen de escritor. Caminan y se encuentran novas estrellas y dioses de ciencia ficción, se maravillan con el invento y andan sin pies ni cabeza. Sólo encontrándose cuando el viento los decide juntar.

marzo 09, 2011

Reflejos de verano

como adivinando el paso,
y la mente dejara de prevenir,
el cielo plano y las estrellas en el suelo.

tratando de sostenerse
se pasean las melodías
rondando el sueño

juega el destino,
encontrándose de golpe
dos infrecuentes artistas: solitario final

La luna riñe,
por encontrar su musa.
Pálido terciopelo, la sinfonía encontrada
a orillas del balcón.

Deleite subatómico,
los globos rojos y la eutanasia
parpadea las palabras,
desconociendo su sentido.

Late en sus dedos, el microcosmos de su piel,
planetas distantes, como meteoritos quemando
la ansiedad de su encuentro.

Un teléfono deja de sonar, y el silencio
comienza a encender
las cenizas pretéritas de amores quemados

Trizas de papeles encendidos caen por el balcón desnudo,
como motín de trasnochados
rechazan el tiempo, el proceso y la condena.




marzo 08, 2011

lo dijo todo

el armazón gigantesco que sostiene la efímera angustia del alma. h.miller.

marzo 05, 2011

Viento y tormento

entre los edificios quietos
del cemento frío y emociones
trémulas

Arremolina el viento

El viento sediente de historias

emprolija su paso mientras
un secreto de hojas y ramas
cantan sus mentiras

las heridas maquilladas,
las entierra en el polvo
que susurra.

Tormenta que silencia
el vacío en el pecho
toma aliento de nuevo
y dispara vioencias
de terremotos, mares y montañas.

Viento, de dónde venís?
Bailando entre tempestades
Cuánta pureza guarda
tu sinceridad.
Cuánta pureza precisa,
toda tu suciedad
Cuánta ternura guarda
tu fuerza trastornada.

Que diga el tormento,
si el viento sin su lluvia
toma de los piel al mundo
como malabares
con sus sueños.

Fuerza invisible
que se oye canturrear
se viste de polvo
para ver sus contornos

Estampa en la cara
que cachetea miedos.
Disuelve
en gritos
el aliento asesino.

La noche cubierta,
de bostezos de vientos
anuncia
una tragedia,

lengua de huracán
y tifón de ciudad,
se recuestan tranquilos
esperando el desenlace final.


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