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noviembre 09, 2011

escritor orfebre

Sigo latiendo las palabras como un cúmulo de sensaciones adversas,
todas ellas se expanden en un raudo río de faustos y falsas imágenes
dibujadas todas en una secuencia abstracta de silencios/ruido/silencio

luego el quejido hierbe el tejido de la hoja,  exento de toda textura,
se descubre en su escritura,
más bien:
el texto trasluce la textura del papel que yace a sus pies.

Escritor orfebre, escritor carpintero,
fabrica poemas sillones
y lírica para sus escombros

tu acústica estética convierte el silencio
y lo tiñe de tiempos mágicos
como el deseo atrapa la espera,
tu cintura estalla en los bordes de la piel



truenos y tormentas

una tormenta se acerca
se oye venir
por sus truenos a lo lejos
detrás de los balcones de acero
por el sonido sofocante de las hojas besándose los colmillos
y el ladrido en llanto de un perro perdido

El estrujo del cielo
se ciñe en la noche
y un nudo de estrellas
resulta insuficiente
para poner luz,
en la sofocante hora

Así de oscura
así de brillante
el cielo se esparce como una gota de aceite
por entre los vidriales dormidos

el perro ladra
aún
aunque pareciera que el mundo por fin ha callado
y el viento se detuviera
y la noche sigue noche

paciencia,
y el sopor acontece

los autos pasean sigilosos,
locos desesperados
por hallar la tormenta
contuvieron sus hálitos de escritura
y salieron al mundo,
buscando una brújula

se acerca la tormenta
y la siento brillar
en los truenos de acero
en los balcones blindados

vientos fríos esconden el trueno
el trueno
está aquí


noviembre 08, 2011

canto

"Mata al pájaro. Guarda el canto"
Miguel Angel Bustos

Hay un secreto
un rumor aterciopelado
Que descubro

Sigiloso, tu canto
persiste tras los ruidos de la ciudad
libre de toda prisión

Cantás como desnuda
con la memoria de un cuerpo
que no está

Esa música que se contonea
en el aire tras las esporas
de una mañana de primavera

Traman la esencia de tu poesía
divina y encarnada
en los cantos de tu voz

noviembre 01, 2011

Los objetos


Y si los objetos fueran como concentrados
esencias de amor
amor sin relato
cristalizado en una serie de puntos
de inmovilidad

Si los objetos se nutrieran
del calor vital de los recuerdos
Si fueran capaces de absorber
en cada uno de sus poros
las vivencias cotidianas, el viento y el aire, el perfume y la luz
de cada centímetro de vida
que hubiera acontecido en su presencia

Y si los objetos no fueran
más que nimiedades,
entornos ficcionales de una vida pasada
y toda la eternidad del espacio y el tiempo
quedara cristalizada en ellos

Existiría un ser capaz de apropiarse 
de la luna y el sol
Habitaría en los confines de la objetualidad
como fetiche encarnizado con lo existente
sensibilizaría sus extremos,
para conectarse con la savia
que brota vida por contexto

Los recuerdos,
como series coleccionables
en pequeños trazos de materia. 
Santuarios clandestinos
recortados por la experiencia
de amores dibujados en los contornos 
nostalgizando los bordes
lagrimizando las texturas
sensibilizando las formas

Así, el coleccionista de retazos informes
se vuelve objeto de sus tesoros,
un amasijo de materia, venas y carne
colonizado por su propia conquista
víctimas del recuerdo


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