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diciembre 05, 2006

Oda al Olvido

Es imposible no remitir a él en los momentos más desesperantes. Poder realizar su acción como si fuese un chasquido, un mero acto conciente que se estrella en la realidad... pero es más costoso y debemos optar por el tiempo, que nos acompaña a cada paso, a veces más rápido, a veces más lento; toda vez que la cuetión a olvidar nos afecte más o menos.
¿Cómo mantener un insoportable desamor? ¿Un dolor infatigable? ¿Una perdida final? ¿Cómo aguantar la espera, para que un día sin más, podamos encontrarnos y no recordar ya más nada?

Dicen que es el tiempo y no el olvido es quien fundamenta las esperas... no creo, intento pensar que él mantiene cierta autonomía respecto a los demás...

Otras veces no lo entiendo. Se obliga a aparecer en los momentos menos pensados...un dato fundamental, una cita vital, una política errada... un genocidio más. Tanto olvido hay en estas situaciones que a veces termino renegando de él, pensando que sería mejor, un viejo de memoriosos consabidos. nuestro país, en fin, sería un poquito más valioso, si no dejara que el olvido perdurara como una señal en su frente, como un destino fatal.

Supongo queo olvidar nos exige una obligacion mas dificil, una mutacion a la que, inconscientemente, nos resistimos por temor a los cambios que conlleva y a los retos que se nos presentan por delante. Porque sin desearlo, nos aferramos a lo conocido por mera costumbre.

1 comentario:

Muñeca dijo...

Yo creo que el olvido es una mochila que llevamos todos en diferente medida.
A mi no me gusta el olvido porque siento que hace que las cosas queden inconclusas, el tiempo también participa pero creo que es "un trabajo en equipo".

Yo creo que la obligación que no aceptamos en el hecho de olvidar no es hacia el futuro solamente, sino también hacia el pasado. Custionando y revisando las mentiras que nos sostienen para poder seguir viviendo.

Espero que se me entienda y me gustó lo que leí.

Un abrazo
Sofia

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