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febrero 08, 2007

vivir muriendo

Ayer me senté a esperarte. Ayer! justo ayer, cuando no había nada distinto a cualquier otro. Cuando todo parecía normal, cuando nada en mí, hacía pensar más bien en nada... te esperé. Me senté en un escalón, allá por avenida de mayo... vi el colectivo que te llevó aquella noche, esa última vez. Me soprendí del acto, cruzar por aquella avenida, aquel bar, desconocido hasta aquella noche... allí cerca la 9 de julio, allá tan sólo la bestialidad... pero estaba sentado, asi nomás, pateando mi soledad, de un día que había sido igual a cualquier otro.
El sol arreciaba en el verano porteño y te esperaba, sentado, sonando en mis huesos tus palabras, sintiendo el roce precioso de una noche fría, una noche que te subiste a ese maldito colectivo, aquel que habría tenido que tomar también, quizá así, las cosas no hubiesen sido lo que son, y yo, sin dudas, no estaría esperando, como esperé. espero.
Un pico dulce, eso me esperaba aquella noche. Sin saberlo, sin adivinar, sin tan sólo reconocer que las cosas cambiaban ante mi, un pequeño dulce, que sólo sería el principio de una noche tierna, dulce, dulcísima.
Y sentado, intentaba bordear mis labios, a qué sabían? por supuesto a tus labios nunca más. Están agrios, rancios, secos. Y paso sentado, deseando reencontrarte, buscándote en esa parada, imaginando un reencuentro que no sucederá.
Recorro caras ajenas, voces indefinidas, busco tu boca, en toda la eternidad. No la veo y me desespero, rompo en llantos ahogados, silencios indecoroso, y avenida de mayo tan sólo es una estación de mi mente, me descubro, sentado a los pies de aquel pedazo de cemento. Un edificio como miles, pero es único. Ay! pero si recordaras como yo! si me esperaras como yo! ese cemento nos cubrió una noche, de un frío invernal, de tiempos en movimiento, de certezas. Nos cobijó de la vida viciada, nos descubrió juntos, nos descubrió un paraíso. Escrito ahora por uno. Sólo uno en la inmensidad. Simplemente yo.

3 comentarios:

Ruth dijo...

Ey, no se ponga así...

amapola dijo...

wow.

odio esperar. prefiero huir en mi humilde opinion. a donde no hayan ni sombras ni fantasmas.

Muñeca dijo...

Por ahí... si yo fuera más sincera con mi dolor podría escribir algo así hoy.

Saludos...

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