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septiembre 06, 2007

otra vez, y otra y otra

otra vez los ojos fuego, la cabeza estallando, el corazón en las venas y las venas podridas.
por mares de lagrimas navega el mundo y la sensación de una ceguera generalizada.
Una pulsión en el cerebro, un contacto con un extraño, un relámpago en un nervio cardinal. Los dedos hipersensibilizados, los pelos electricos y la garganta un desierto.
Todo aparece caer, en una fragilidad de ensueño, pero como pesadilla disfrazada. Todos los gestos y los movimientos detenéndose en un segundo mortal, en donde los tiempos perecen.
Todo hiede y en el medio de esa coraza imposible, vivo, transcurro y muero permanentemente en la oscuridad que nadie observa, en la realidad que tantos niegan. Pero en sus débiles conciencias son (somos) atroces esclavos de la nebulosa y superficial vida cotidiana que agobia en su hastio.

3 comentarios:

Ella dijo...

He aqui la descripcion de una persona que trabaja en una oficina.

Cel dijo...

Iba a decir algo pero cuando lei el comentario de ella ahí arriba, me lo olvidé. Es que tiene razón.

Joel dijo...

me gusto lo que escribió. suena feo decir solo eso, asi q agrego mi impresion, asi el comentario cobra senso.
es el retrato de un ser que vive con los ojos abiertos pero que a su vez esos ojos tiñen la vida de teatro tragico
por ahi, nada que ver
pero a mi me llego como desde cerca. yo a veces siento alguna de todas esas cosas que usted escribió
saludos.

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