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mayo 29, 2009

sueño con otoño

También llega agosto, y así como llega se va. Transmutando sus ropas y con alguna escupidera bajo el catre, las noches se van haciendo más de la cuenta. Se cuecen lenta e imperceptiblemente, y ahora con el frío, todo pesa un poco más. Y la tormenta que pega despacito, el mundo se para en puntitas de pie y ni siquiera dios sabe, cómo es que la noche avanza y uno ni tan siquiera avisado.
Y como la tormenta pasa a ritmo desordenado, un repique de truenos y unos flashecitos de relámpagos, la noche se va cerrando, y claro, mientras más cerrada, más cerca estamos del día.
Claro, Ahora es imposible pensar, es agosto. Es agosto. Agosto y otoño tienen una suave brisa de colores ocres, una melodía singular, cómo puede ser! si ningun mes suena con su estación. 

Todo mezcladito y sin apuro, menos agosto, que se va tranquilo, con sus lluvias, sus tormentas y sus locas ideas otoñales. Esto sí. Las letras no. Que las letras caigan como lluvia, puede ser; pero que de pronto una imagen, una mirada distinta al horizonte aprezca tan-así, en el rostro de alguien a quien había olvidado, es imposible. 
Que esa mujer, que quizá nunca significó nada, ahora aparezca, con sus signos tan parecida a lo que años atrás era ella...no puede entenderse. Es otoño, que deja su mística, su melancolía impalpable, su sensación. 

2 comentarios:

gala dijo...

es otoño...la estación del año donde se sensibilizan los corazones...

bso.

Carlos Lucero dijo...

es cuando la ciencia falla y el frío ablanda

estuvo muy dulce tacho...

su nombre me remite a pastillitas...
ud es un vendedor de pastillitas, de caramelos, de gomitas!

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