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junio 16, 2011

un vals

que que que
jaja jaja jaja

tero tero tero
teso terso tesoro de oro de alcancia de cia de sones profones y tifones, fonética encendida,
complejo disturbio aloja pertrechos de sueños
traqueas dormidas
sonidos mudos
catequesis de afroditas y
cuerpos
muertos
dispersos
extasiados
dormidos

Tu piel en la mia, como propia, como insignia.
Perdiendo de vista todo, sólo queda el dulce atisbo
De un roce,
De una memoria
De un ataque de efluvios, de dinamita y extasis infinitio
De mundos que no conocía, se entremezclan en el infinito
De karma de los escepticos y desesperados.

Ni pensar que viene a continuación.
El silencio es eternamente trágico:
Asumiendo el vacío ser, culmina la trama angustiosa de una vida en espejo.

Intento buscar tu pelo, tu perfume
horadando la angustia,
horadando el dolor,
horadando el miedo,
horadando la desesperación.

Entre tu pelo,
la tranquila paz de la negra noche y el silencio perplejo
de tu cuerpo desnudo,
tu cuerpo desnudo.

El abismo de tu cintura, como almuerzo de eternidad,
descansa un torbellino de furia,
de brújulas sin norte,
de brujas sin escobas
de destellos y laberintos.

En tu cintura casi que existe
un atisbo de paz en la marejada.
Confusión de sueños raros,
tu cintura pertenece al sino de la humanidad.

La aseveración de un instante, la verdad acerca de todo, de lo incomensurable,
Porque existe,
la existencia.
Existe tu pelo,
y existe la paciencia

1 comentario:

Cel dijo...

me gusta cuando hablás de cinturas.

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