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octubre 22, 2008

De pronto, escritor visceral, escritos fugaces, urgentes, fogosos, deliciosos. La búsqueda del papel, cualquiera. De celofán, servilleta, higiénico o carbónico, lo mismo da. Da lo mismo, escribir en la mano, en la pared, en la tela o el sillón. Apenas da. Porque todo vos, expele, regurgita, trasunta lo que buscás. Te carcome, te subyuga y ante eso, la nada.
Y nada alcanza. El terror que tu papel se acabe, que la tinta perezca, que el tiempo culmine. Y a pesar de todo, siempre sin decir nada, sin escribir nada.
Hasta  que algo cobra sentido por primera vez. Ocurre lo mágico inimaginable (no maginable). Algo, alguien, qué! de pronto cobra sentido.
De pronto tu sillón sin esperarlo desaparec

3 comentarios:

Carlos Lucero dijo...

fatal

Anónimo dijo...

veloz --
sin duda
enérgico --
sin duda

Anónimo dijo...

que mas q entre tanta desesperación, pánico, locura.. algo/ alguien cobre sentido…
algo por lo cual luchar, algo que llene espacios, algo que hacer por la vida misma ...

no se puede pedir mas….

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