*

*

enero 14, 2009

Sombras

El halo de de sombra que parecía sostener su charla, se hizo patente. Vino camuflada, zigzagueante con la penumbra de la noche, confundiéndose en el contorno. Luego su sombra se volvió rostro, entre sus ojos, sus párpados y nariz. De a poco, imperceptiblemente, iba bajando, tomando ahora sus ojos color cielo, cegando ya completamente todo rastro de luz. Allí comprendí la luz que tenemos, cómo logramos percibir toda la luminosidad de la humanidad. Aquí, todo se volvía noche, incluso él, su cuerpo entero, entraba por su garganta, carraspeando palabras incomprensibles. Sus mejillas enrojecidas hace poco por un apurado vino que emborrachaba a la tristeza, ahora se volvían parte de ese frío y oscuro devenir.
Y de pronto frente a mi la nostalgia encendida en un cuerpo de hombre. La tristeza contenida en un oscuro amigo desconocido. Lo adivinaba por ese resplandor en sus ojos, esa tristeza hechas lluvia, en un rostro infinito por el que rodaba una lágrima sin brillo. Angustias pequeñitas que ya sin fuerzas caían apaciguadamente junto a otras que sin fuerza, se contuvieron al filo de la mirada.
Mientras tanto, cayéndose de algún balcón de buenos aires, alguien escucha la melodiosa desarmonía de un corazón que se rompe, de una historia que no sigue, de un amor que ya no vuelve. 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

[...] "Por qué no ves, que aunque me mates, tal vez, entre las sombras renaceré" [...]


hace mucho que no pasaba... pero sigue sorprendiendo...

besos

nadie dijo...

ud sigue sorprendiendo, estimada gaLa, su desconocida presencia siempre es un aliento para estas lineas sin sentido

Anónimo dijo...

seguiré alentando entonces esas linea sin sentido?

pero mi presencia seguirá bajo la sombra... por ahora..

besos..

nadie dijo...

eso del por ahora es lo que sigue sin tener sentido... ahora es cuando

Seguidores

Nadie cuenta