Ahí está nuevamente la singularidad de la más bella frase de todos los tiempos. El autor se describe por única vez, primera, solitaria y final, en el mismo comienzo de la primerísima primer linea. Aunque quizá, ya no lo se, podría estar al final, y sería igual.
Porque entonces sólo allí donde el hombre, su existencia y el empredrado se reconocen por fin como pares, donde Buenos Aires se vuelve nuevamente más sola que nunca, como aquel que espera, ahí la soledad encuentra al verdadero ser, a la esencia misma del homrbe, esa cáscara desgarrada.
La humanidad late con la ciudad, late con su profundidad, su singularidad y su perpetua ignorancia, de una ciudad que vive, gravita sobre nuestras vidas, sin siquiera percibirlo.
Puede ser la imagen más poderosa para el porteño, o quizá, puede serlo, de toda la humanidad. En ese sentido de la buenos aires, ciudad del mundo; el artista se vuelve justamente allí, eterno e infinito.
Valga redundacia, me encuentro aquí, como una cáscara de hombre, venida a menos claro, con menos dotes, con menos historia, pero con la desnudez de mi vivencia incrustada en mis víceras y en el perfume de mi indolencia.
Camino y me perfumo con los roces que me doy con la vida. Porque por momentos me siento libre, brillando... completo y vivo. Allí somos una cáscara, que no nos permite encontrarnos, todos recluídos en nuestras casas redondeadas, con sabores conocidos y gustos radicales
Reclusión y libertad, ejes que alguna vez entenderé por qué reitero.
2 comentarios:
cáscara de hombre... genera misterio... pero yo romperia esa cascara... y así realmente experimentar mas profundamente el sentido de todas las cosas...
muy linda historia.. saludos
HAY ALGO MEDIO QUE ME MAREA...
DONDE EMPIEZA LO INICIÁTICO...QUE BORGES QUEDA EN PALERMO Y NO SE PORQUE ME MUEVO POR EL AUTOMATISMO DE LA COSTUMBRE...
ESO...
BUENISIMO
MUY CHÉVERE
DESDE ALLÁ (ECUADOR, QUITO, REPUBLICA DE CÁNADA)
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