Tengo que
desanudarme y andar
tan sólo quedan parches
y nada hace suponer
que algo pueda cambiar
el tiempo que
se desintegra en la mano
y las llagas que supuran tristezas
se desvanecen en la púrpura tecitura
y el contorno parece mutar
Que parece morir,
el tiempo anudado en la palabra,
cada vez que termina en la palabra,
el sonido
Grietas de un suelo que se fragmenta,
en múltiples escalones,
escaleras que descienden al cielo,
como un pasaje eterno
Y el abismo que se abre,
que se encierra, en cada vendaval
que recorrre tu cabeza
la pauta de la sangría, que nutre la herida
y la patética palabra, que encierra la tristeza
que está guardadita en un cajón..
desanudarme y andar
tan sólo quedan parches
y nada hace suponer
que algo pueda cambiar
el tiempo que
se desintegra en la mano
y las llagas que supuran tristezas
se desvanecen en la púrpura tecitura
y el contorno parece mutar
Que parece morir,
el tiempo anudado en la palabra,
cada vez que termina en la palabra,
el sonido
Grietas de un suelo que se fragmenta,
en múltiples escalones,
escaleras que descienden al cielo,
como un pasaje eterno
Y el abismo que se abre,
que se encierra, en cada vendaval
que recorrre tu cabeza
la pauta de la sangría, que nutre la herida
y la patética palabra, que encierra la tristeza
que está guardadita en un cajón..
1 comentario:
magia
magia...
y poesía...
las tristezas, se guardan en cajones.
¡¡y las botellas en balcones!!
abrazo eterno...
martín
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