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septiembre 16, 2011

Sin palabra

Tengo que

desanudarme y andar

tan sólo quedan parches
y nada hace suponer
que algo pueda cambiar

el tiempo que


se desintegra en la mano

y las llagas que supuran tristezas
se desvanecen en la púrpura tecitura
y el contorno parece mutar


Que parece morir,
el tiempo anudado en la palabra,
cada vez que termina en la palabra,

el sonido



Grietas de un suelo que se fragmenta,
en múltiples escalones,
escaleras que descienden al cielo,
como un pasaje eterno

Y el abismo que se abre,
que se encierra, en cada vendaval
que recorrre tu cabeza

la pauta de la sangría, que nutre la herida
y la patética palabra, que encierra la tristeza
que está guardadita en un cajón..


1 comentario:

Carlos Lucero dijo...

magia
magia...
y poesía...

las tristezas, se guardan en cajones.

¡¡y las botellas en balcones!!


abrazo eterno...

martín

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