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febrero 22, 2010

Drims

(Recauchutado del 2009)

Ya la memoria no permite soñar, los sueños olvidan sus recuerdos y las partes dejaron hace rato de formar parte de la parte. Y como si esto fuera poco, en este finito mundo del universo, el absurdo cobra cierta lógica ilógica. Sueño con ideas dispares, sonidos de vainillas y chocolate y silencios turquesa. Sinsentidos concientes en el sueño inconsciente del ser pensante que detiene, por un chiquitín su pensar, para poder soñar, con un sueño despierto. 

-Y ahí entran tus laberintos, mi amigo-, pero estos son más rudimentarios. Nacen de la noche, de una noche eterna, oscura que enceguece la razón; y por ello, tácita. Ahora al menos, estamos, pero muriendo, y entonces... qué nos queda. 

Estando, muriendo, viviendo, gerundios caminando. Eso somos. En una rueda de mancuernas, de ruletas rusas y azares. Infinidad de hipótesis, incongruencias y mil sueños despiertos. Mi mundo o el tuyo no son muy diferentes. -Hoy no hay quien aguante, pibe- dice el canillita de mi barrio. 

Y es así, los morlacos en la calle son un universo paralelo, nos salvan hoy, del hambre de ayer, pero nuestra inapetencia de deseos, ¿quién la alimenta? Laberintos y laberintos, amigo. Pero no hay salida. Y lo sabemos. Es la angustia de un sueño compartido por miles. Quizá la llave de todo esto, es pensarlo juntos, en compañía. Hoy sin embargo recluidos, mirando -otra vez, el hombre gerundio- las tetas de moria, las cirugías de Salazar o la pelada de Tinelli. Con la velocidad del zapping, tanta cosificación nos absorbe. 

-Tomate un mate y relajá! Claro como si fuera fácil, lo decís vos, que tenés la soga al cuello. Esta cosa nos desparrama, nos aleja y nos reclama, por fuerza, a volvernos a juntar. Sabiéndonos almas diletantes, vivientes de este mismo mundo la cosa, ¿cuál cosa? Nos desconoce. La memoria no permite soñar. Juntar. De nuevo al. Viste! ni la estética hubiese permitido lo que la palabra acomodó. 

Mucha cosa, mucha realidad, mucho odio, mucha furia contenida. ¿Y desde cuándo nos preocupamos por nosotros?, ¿Cuándo nos olvidamos de sentir? ¿Quién se olvida de mis sueños?, si soy el responsable de crearlos. Qué poco mundo nos espera, si la amnesia es cuando te vas a dormir. ¿Y si lográramos eso? ¿Dormir despiertos, que el ahora sea ayer, que el tiempo se detenga, pero como una burbuja, como un plato de ravioles un domingo en casa de mamá?. AHORA, no más un adverbio sino mera perplejidad. 

Boquiabierto frente a la tentación, al deseo, a la emoción. Vivir la ilógica de mis colores, que son palabra, que son tiempo y son mundo, que no tenga ni pies ni cabeza. ¿Te das cuenta? Esto, el ahora, no tiene sentido, es lo que atraviesa mi mente como fierros incandescentes. ¿De qué vale todo esto?! De nada. Muchas gracias

Y quizá por eso escribo. Y ahora sin punto porque nadie te piensa nadie te sueña nadie nadie nadie Alguien se prende fuego el olor a chamuscado a carne fresca bien podrida son tus sueños son los míos una fogata llena de porquería quemándose al pedo porque total el sueño ya fue punto


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