*

*

septiembre 28, 2006

Despedida y Bienvenida

Los ojos enrojecidos del tabaco y el llanto. Las manos ennegrecidas de tanto buscar, cavando en la tierra las uñas, rojas de furia. El pelo suelto un grito que se desvanece en cada estallido. El cansancio cayendo en las extremidades, desoyendo tiempos consuetudinarios, corrientes cotidianas, perpetuos movimientos.

Sin sentido se extiende ante ello, una serie incomensurable de relieves, atroces disonancias de la tierra que me traen hoy, a una serie infinita que no acaba y por tanto, se realiza en permanente movimiento.

No soporta mi cuerpo, esta extraña trma de piel y huesos que conforma algo que supuse alguna vez, mi ser. Me dejo ir, por la tierra amiga, que me invita a navegar, un pasaje remoto, negro en su origen, profundo y caudalozo , rojo y penetrante en su centro.

Arrancarme los ojos si pudiera, deseos que se pretenden presentes, de un pasado ya realizado, imposible. Tragedia de edipo de suerte que él al menos, pudo salvarse de la opresión de su propia mirada.

Me tiendo en la tierra, termino de cavar al fin, y comienzo a soñar, despierto. La tierra me devora, que la tierra me acepta en su trono, y me abraza, en sus negros y ensortijados rizos, que me aplasta y por fin, mis ojos, ya no más, rojos de furia y tristeza, mis ojos, fiel reflejo de la oscuridad, nacen de nuevo, en su soledad, en su oscura realidad, muero por fin, para vivir, revivir al fin.

6 comentarios:

mi otro yo dijo...

la tierra que tristeza al ser arrojada, al tapar a quienes llamamos doloramente y no nos responde.
Esa sensacion me dejo tu escrito
BEsos

Lala dijo...

Y que revivas pronto, para que puedas reencarnar en un par de ojos que ya no estén rojos, y que estén listos para ver.

besos!

Anónimo dijo...

despidiose nomas?

nadie dijo...

no, estoy enfermo nomas

Anónimo dijo...

ah

Ruth dijo...

Hola.

Seguidores

Nadie cuenta