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septiembre 16, 2010

musa nostálgica

Se enfrían los pies bajo las sábanas. Helados, juntos frente a frente, los dedos se relamen. Un helado, sentimiento de putrefacción. Y el viento, alejado del exterior, deja de circular debajo de las fibras.
Y el corazón, de pronto también. frío. Helado por dentro y afuera sólo calor. Comprender, sólo eso, la vida se marca por su contraste. Convive, es cierto, placeres contados, silenciados por el prejuicio y nada mas.
Y mis dedos (los que hablan, no los que sienten),como escena cantada, se mueven extasiados, de esa nueva musa nostálgica.

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