Látigos de espuelas rabiosas
sobre el corazón, de las venas de
sangrante sangre rasgada en
cada espeluznante espuelazo.
Cartílagos de pirámides desechas por
el viento y el doctor ausculta el
féretro desaparecido.
No volverá a la vida, aparentemente. Es
casi casi una sentencia en una adivinación.
Dolores que se aferran a un título
tan sólo eso.
Y el escritor ausculta el féretro del cadáver
exangüe sobre la mesa de fórmica blanca
que ruge.
No volverá a escribir, aparentemente. Que
la tinta caída, había precipitado los acontecimientos.
sobre el corazón, de las venas de
sangrante sangre rasgada en
cada espeluznante espuelazo.
Cartílagos de pirámides desechas por
el viento y el doctor ausculta el
féretro desaparecido.
No volverá a la vida, aparentemente. Es
casi casi una sentencia en una adivinación.
Dolores que se aferran a un título
tan sólo eso.

exangüe sobre la mesa de fórmica blanca
que ruge.
No volverá a escribir, aparentemente. Que
la tinta caída, había precipitado los acontecimientos.
2 comentarios:
el título me aferra...
excelente...
un alegrón leerte siempre
ya puedo respirarlo
un poco más
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