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mayo 26, 2011

aferrado al título

Látigos de espuelas rabiosas
sobre el corazón, de las venas de
sangrante sangre rasgada en
cada espeluznante espuelazo.

Cartílagos de pirámides desechas por
el viento y el doctor ausculta el
féretro desaparecido.

No volverá a la vida, aparentemente. Es
casi casi una sentencia en una adivinación.

Dolores que se aferran a un título
tan sólo eso.

Y el escritor ausculta el féretro del cadáver
exangüe sobre la mesa de fórmica blanca
que ruge.


No volverá a escribir, aparentemente. Que
la tinta caída, había precipitado los acontecimientos.




2 comentarios:

Carlos Lucero dijo...

el título me aferra...
excelente...
un alegrón leerte siempre

Carlos Lucero dijo...

ya puedo respirarlo
un poco más

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