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diciembre 20, 2005

the dreamers

Estaba despertándome de esos sueños callejeros, de los que habitan en los subtes de la ciudad...en ese instante frente a mi, una escena que había cambiado la forma en la que empezar y por qué no, volver a ver el mundo aquel día:

un pequeño bebé, recostado sobre los hombros de su padre dormía mientras éste y la mujer que lo acompañaba hablaban de las minucias del día... lo que nadie vio, lo que nadie en su perpetua incomprensión de lo que les circunda, fue que aquella pequeña persona había tomado el dedo índice del pasajero (dormido también él) que se encontraba al lado de la pareja.

Es la tentación (vaya uno a saber si son los efectos colaterales de tanta festividad a fin de año) de pensar como diría un Wilde, que lo que le falta al mundo es un abrazo, un beso y una pequeña comprensión de hombres. Estos que somos, estos ignorados, esta ausencias de ser, de tener un nombre que sólo figura como masa amorfa del bullicio general, nos mantienen cegados, imposibilitados de ver lo que surge ante nuestros propios ojos.

Caigo a mi pesar en la frase tan trillada: "mirar con ojos de niño". A veces pienso que el relato de adán y eva no es más ni menos que ese paso único, trágico, del pasaje del hombre utópico, el hombre con sueños y fantasías; a la putrefacción del hombre de hoy, egoísta, ausente, cansado y de rodillas, siempre bajando la cabeza (no sabiendo si es por subordinación o por tanto mirarse el ombligo).

Y sin embargo ahí estaban estos dos seres, en sus pequeñas existencias, dándose una caricia que no eran conscientes. Sin embargo en sueños quizás lo hayamos notado todos, todos los que aún no hemos quedado ciegos, los que aún podemos abrazar aún estando dormidos.

6 comentarios:

Muñeca dijo...

Es cierto, entre la subordinación y mirarnos el ombligo -creo que este es mi mal- nos la pasamos con la cabeza gacha.
Sin querer salimos de una cárcel para entrar en otra.

Por otro lado creo que si estuvieramos más dispuestos a dar y recibir una caricia -no te digo el mundo porque algunos no creen que alterando una cosa se cambie el todo, AUNQUE SEA ASÍ :)- nuestro día sería distinto.

Abrazo!

Muñeca dijo...

Cómo que no sos mejicano?
Me mandé cualquiera mal! Bueno. Otra vez será.
:S!

nadie dijo...

parece q mi nacionalidad atrae mas que cualquier cosa que se escriba.

No lo habia tenido en cuenta, pero puede ser una buena arma de marketing

Muñeca dijo...

Al contrario, si sos de por acá está mejor. Se está planeando una reunión de blogers para febrero. Si no estás en Chiapas mejor... :)
Saludos.

Eugenia Mediavill dijo...

BONITO NIÑO SOS!

Eugenia Mediavill dijo...

Es una delicia poder pensar y ver las cosas con otra mirada, al menos por un momento -sea un viaje en subte, sea unos instantes antes de que el sueño se apodere de nuestra vigilia-.
Es como un ejercicio que no todos tenemos la capacidad de lograr; y menos de compartirlo con los nuestros. Desde acá, un abrazo

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