Gritá, que aún tienes tiempo,
Gritá que aún puedes hablar,
Gritá, que las tripas se cocinan,
Gritá, antes que todo explote,
Gritá, a pesar del trapo en la boca,
Gritá, si la normalidad te atraganta
Gritá, que aún son muchos los ausentes
Gritá, que todavía el silencio, nada cambió.
Un mundo inventado, un autor desconocido. Un tiempo ficcional. Un murmullo irreal. Nada es real, nadie es inventado
*

diciembre 01, 2005
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2 comentarios:
ehh, che! yo vengo a defender los silencios! me encantó lo que escribiste pero....también es verdad que a veces un silencio supera mil palabras...hay que saber qué gritar...me voy a buscar algo para gritar, saluds
en una buena obra musical muchas veces la genialidad esta en los silencios...
en lal ucha diaria de la vida, quizás el grito sea la mas admirable función de la libertad.
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