*

*

diciembre 29, 2005

Huída

Tiempo de filas, trámites y demoras. Soy víctima de todo aquello. Lo vivo en este preciso momento. El barullo, la incomodidad, el calor tedioso, los cerpos ajenos, compactos todos entre sí, sudando la calle pegajosa y contaminada.
De pronto, un sonido aparece, dulce como un canto de luciernagas, apenas perceptible, la música que no puedo distinguir quién la interpreta, de dónde proviene (será de mi cabeza?, será de esa muchachita cantando en lo bajo?)... se mezcla quizás por obra del azar o quizás mi cabeza empieza a desvariar...un perfume dulce, a almendras. Y todo comienza a cambiar.
Lo que parecía tristemente intermianble, se descubre ante mi, lo que detrás del telón aparecía.
En un instante las voces que me apabullaban, pasaron a un segundo plano. Están, sí. Porque aún las escucho. Sin embargo la música y esta huída de mí las han silenciado.
Como si las horas hubiesen recorrido un montaje ficcional, los minutos han accedido a moverse por fin...y la fila comienza a moverse, los rostros dejan su perpetua petrificación y asoman una a una las sonrisas de un día feliz, ya olvidado. Los movimientos son constantes, perfectos..y el mundo sigue y no ha habido variación.

6 comentarios:

D... dijo...

Eso de abstraerse de la realidad es una muy buena cosa... a mi también me pasa, y siempre lo disfruto... lástima que nunca me sucede en las filas...

Anónimo dijo...

A mi me pasa muy seguido...me encanta. Es como si llevara a todos lados mi burbuja.
Solo se me complica cuando no tengo mi musica encima.

Laura dijo...

Estuve paseando por tus post y me sorprendió gratamente tu prosa.

Saludos ;)

Ruth dijo...

¿Por dónde anda este muchacho?

Anónimo dijo...

Habra huido muy muuuuuuuy lejos......

Anónimo dijo...

Wonderful and informative web site. I used information from that site its great. »

Archivo del Blog

Seguidores

Nadie cuenta