Un mundo inventado, un autor desconocido. Un tiempo ficcional. Un murmullo irreal. Nada es real, nadie es inventado
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diciembre 22, 2008
Crónica de lo profundo
diciembre 17, 2008
noviembre 25, 2008
Instantánea
noviembre 12, 2008
Encuentro
noviembre 06, 2008
Aprendo
noviembre 03, 2008
se(r) constituye(nte)
Dejame soñar un poco, dejame quedarme aca
octubre 22, 2008
De pronto tu sillón sin esperarlo desaparec
septiembre 02, 2008
(...)
es que a esta hora y con este cansancio, todos los gatos son pardos.
(.)
agosto 26, 2008
Silencio II
Hay silencio, y después, la perplejidad, el saber, el conocer exactamente que luego que la banda cese su voluntad, el silencio se volverá perpetuo. Y en vida, el silencio es una calamidad, un paria, nuestra propia sombra que nos deja solos frente a la verdad. El silencio y el grito se fusionan siempre, como si el más mudo pudiera ensordecer al mundo. Porque no hay peor miedo que el que no quiere decirse.
Nos lo dicen, nos lo advierten, No hay banda! y así, pensamos e imaginamos mil imágenes y sonidos, texturas y voces. Porque somos seres llenos de puntos y fugas. Pero la advertencia pronto se hace realidad y caemos, con ella, en la tristeza, en el agobio. En la idea cabal, de que todo esto no existe, un juego, un cuento, un momento más en la inexistente vida de un hombre.
Es la certeza que no somos más que con el otro, que da sentido a la escucha, a la música, a lo que hacemos, a lo que vivimos permanentemente con y para el otro. Y así la vida vive en ese cuento borgeano, que bifurca caminos, que enloquece en sueños y en realidad, en vidas compartidas y muertes profundas y finales.
Siempre somos, seres brillantes y silenciosos en noches confusas.
agosto 22, 2008
Viernes 5.38
Y sigo siempre sigo, en presente y sin condicionales, caminando en la verja, en la linea delgada, en el punto antes de la coma y así, un etc.(étera). Un texto que se anida en otro, como las capas de la cebolla, pero sin lágrimas, así como un todo enmarañado con un gusto fuerte en la boca.
Y después la caída y vuelta a levantarse. Cuestión de andar, y ojo! no dejarse llevar.
Todo en un día complicado, en un viernes sin fin, en una mañana apática, de sol que no calienta y de frío interior.
Es algo asi como una lucha, que no deja de contarse, en palabras y caminatas, en memorias y sueños. Que no va a ningún lado! pero qué va! si apenas puedo callar.
Baños sucios, canciones desgastadas, paredes húmedos y futuros mojados. Qué esperar sino la espera, que acontece, sin detenerse.
Espero entonces, al asesino en mi puerta, a la llamada amenazante y al sueño. Sueño que espero sea sueño y no tragedia, como suele pasar. Y si no pasa, pasará. Eso es definitivo y no hay punto que contenga semejante afirmación.
agosto 15, 2008
Salváme.
Si lograras aparecer y salvarme, tan simple que la vida cobraría algún sentido. Como si fuera tan difícil, te convertirías tan pronto que no sabría diferenciarte de un hermoso superhéroe.
En un canto, en una estrofa, de rodillas o sentado a tus pies. Lograrían comprender que la salvación es tan otra cosa. Otro color. Mil armonías encendidas.
Un recogimiento del corazón. Mil voces en una, un tramo de mi cuerpo, un pedazo de mi ser. No! no quiero resignarme. No quiero sentir que pierdo esa posibilidad, ese único milgraro de salvarme.
Y no te avivás! si maldecís lo que querés y ni siquiera te podés mantener de pie. Sin sentido, el dolor estará ahí permanentemente, hasta que decidas salvarme.
Y sin saberlo, también estoy yo, desesperado por salir. Por desahogar esta triste desolación. De sentirme así de chiquito, infinitamente inútil. Pero en ese ruego sordo, me canto al alma, que no para, que no se detiene al sentir, que debe salvarme. Y no darme por vencido.
agosto 11, 2008
optimo
Así cada segundo aparece como una tragedia: en cada respiro sentiríamos que dejamos este mundo... y a sabiendas de ello, tendríamos alguna especie de deber en dejar registrado ese último momento? ¿Como sería, qué diríamos? Apenas podría ser conciente.
De pronto nada de eso tiene sentido. Qué importaría en tal caso que dejamos, si meramente nos ausentamos por siempre.
Este pensamiento trágico y fulminante pasa en el momento en que un policía saca su revolver al aire, instigando a unos pendejos que debieran irse de no se qué local de modas. Si de pronto ese revolver desalojara su bala y cayera en mi cabeza, ahora que lo estoy viendo, o a cualquiera de esos tres pibitos ahí. Lo mismo da.
Para cualquiera, la vida es un instante, un segundo del sinsentido de permanecer con vida. Porque lo más lógico, lo más esperable es que todos caigamos muertos por una u otra razón. De hecho sucede permanentemente y no somos capaces de alterar esa ley perpetua de estar con vida.
julio 02, 2008
invierno
Quizá tuve un destello al sentir los pies desnudos, cálidos, en esta noche gélida. Pudo haber sido muy bien el ruidito del fluir del avión allá lejos y a la distancia. O el click espacioso del televisor apagándose. Pude haberlo intuído, no lo sé. Algo que se moviía por dentro, despacito, sin decir palabra, sin siquiera meditarlo, allí estaba inmerso en la nostalgia.
El silencio lo ocupó todo. el viento tras las rendijas de mi ventana, mi cuerpo movilizado por mil ráfagas de un huracán que comenzaba en la garganta y se anudaba con moñito y todo, en el centro de mi estómago. El tiempo que comienza a tener otra dimensión, todo comienza a morigerarse, ahora! justo ahora que quiero que se vaya volando, que necesito que se pase como un formula 1... no respeta velocidades, es lenta, silenciosa y muy cortante, la nostalgia se queda pa´quedarse. Es densa, lo cubre todo, por la ventana, ahí están los árboles pelados que adivino en esta negrura, divinos y de mil colores muertos de pronto en la noche. El invierno, la soledad y el gamulán por dentro.
Ahí está la nostalgia, en la ventana, en la quietud de este mudo acontecer. Todo allá fuera es caótico y ensordecedor, eso me vuelve como un bumerang y ese griterío, esa incomprensión se vuelven sobre la ventana, para acallarlos, para tomarlos todos en el vacío más angustiante. Grito. Es que ya nadie escucha. Estoy solo. Y sin embargo grito.
Aquí hay solo silencio. escucho mi respiración, mi mano contra el borde de la hoja. De nuevo el gemido de las hojas en esa ventana.
Un suspiro contenido, habrá que comprarle burletes al corazón, que tirita de frío, y con razón. Brota la nostalgia y contagia. Esta hoja, esta tinta suelta, la mirada, las paredes, que escupen nostalgia y desolación! como se les pega, si hasta las flores se marchitan en el balcón.
junio 27, 2008
Seres atómicos
Todo pasa a ser parte de una carrera por sortearlos. La ciudad no es más que la conspiración contra su propia existencia y eso se expresa luego en la relación con los demás. Se va creando la atmósfera propicia para esa relación.
Así refunfuñamos por los artesanos y sus lienzos, las marchas, las protestas, el calor, la humedad, el humo, el ruido. Todas son formas válidas de resistencia contra uno, todo merece morir antes que dejar que mi tiempo se retrace.
Nos vamos transformando en atómicos, en seres celulares que estallan en reacciones en cadena cuando se tocan con el otro. Estallan, explotan. No debe haber contacto: el tren, el subte, el colectivo, cualquier asiento en el cine se vuelve espacio de disputa y de peligro... no vaya a ser cosa que quedemos pegados con el otro.
Cruzamos una calle y vemos de pronto, frente a nuestros ojos, a esa manada de hombres y dispuestos en posición de guerra para atravesar el surco del asfalto aunque cueste la vida y allí los atropellos, los codazos ,los empujones.
Salgo al barrio y siento ajenidad, todo resulta ajeno en un mundo inanimado.
Nos volvemos objetos, no vemos más que invididualidades y vaya cosa seria! que esto ya se pensaba desde la caída del muro y el comunismo... que el contacto humano era cosa de socialistas! y sí, parece que revolucionario es el amor, el sentido de humanidad, el profundo deseo de resistencia contra la insensibilidad y el no involucramiento. El amor, es así. Desprendámonos de su versión naive, de su sentido más banal. Creer en el otro, contagiarnos su risa, vivir su pesar; todo pasa a ser revolucionario en un mundo que oscurece los sentimientos, que oscurece cualquier atisbo de humanidad.
Nadie ve nada, estamos ciego y en esta ceguera todos somos culpables
junio 24, 2008
Sin metáfora
Es sencillo y muy práctico a pesar de la gente, el calor, el agotamiento de los trasbordos; pero es rápido y eficaz.
Hace dos años, ese mismo trayecto realiza en mi cabeza una serie de observaciones mentales. Hacia el final del recorrido, básicamente desde las estaciones finales y las cuadras caminadas que llevan al trabajo, como por arte de magia, por musas inesperadas, en mi cabeza comienzan a tener formas e ideas de los más bizarras, fotos, acontecimientos pasados (quizá nunca realizados), datos, fantasía.
Se acumulan sin parar colores y mezclas sin contornos que de a poco a medido que voy perfilando el camino hacia mi labor se van aclarando, perdiendo muchas, otras se van refinando, hasta dejarme sonriendo solo en la calle Florida, entre el gentío que vuela a sus destinos.
En general desde hace dos años vengo usando esos momentos de sencillez, de segundos mágicos para importarlos a estas lineas virtuales. Son mi insumo más importante. Casi sin evaluar si amerita, es casi una exorcización de aquel instante revelador, divino (si me pusiera místico), que urge sea materializado, aunque claro, en internet.
Sin embargo, no hace poco vengo sintiendo una sensación mucho más extraña, pero a la vez de lo más atendible y razonable. Cuando estas ideas están patentes en mi cabeza, cuando han logrado configurarse en torno a una introducción, un nudo y un final, es justo casi siempre el momento de ingresar al edificio en el cual trabajo. En ese instante aquello que estaba fijo, atrtavezado en mi conciencia y casi grabado en mi retina, comienza a languidecer. Como un foquito de luz, empieza a perder su brillo, se opaca y pierden la intensidad de su origen impredescible.
Mantengo la convicción (a medido que atravieso el palier y a los empleados de seguridad) que a penas llegue a mi escritorio intentaré garabetear alguna que otra línea que me permita reencontrarme con esa idea-uz que había sido tan patente minutos atrás. Sin embargo a medida que subo el ascensor, ya más oscura que antes, el pensamiento se vuelve irracional, impúdico, desalentador, inútil, sin sentido.
Dado el recuerdo de las cuadras caminadas, pretendo reconcentrarme en los minutos que me quedan, sosteniendo que como un sueño, al levantarse los hiatos que cubren nuestra imaginación son de por sí irracionales, pero no por eso dejan de tener un sentido estético y es por eso que me aferro con fuerza a plasmarlo en un papel.
Al cabo de esos instantes y en el momento que cruzo con desidia la puerta de la oficina hacia mi escritorio, la idea simplemente desapareció. Se esfumó. Me quedo sentado frente a la computadora, pensando, recordando, delineando algunos dibujos mentales de aquellos instantes de inspiración fugaz. Los momentos que siempre había intentado plasmar ahora se hacían inencontrables.
No eran simples ideas, era la idea luz que por más simple, por más trivial tenía el poder de haber hecho olvidarme de todo, en esos minutos en Florida. Me había hecho sonreír frente a una multitud desvariada y enfermiza.Era lo suficientemente poderosa como para poder transcribirla luego. Y así todo, el contacto con ella se esfumó como un mal presagio, que pronto dejó de existir.
Me dirán que es tiempo de abandonar este trabajo; un recurso menos radical sería utilizar un grabador. Yo voy sintiendo que es un mecanismo de defensa. Supongo que todas son respuestas válidas. Por otra parte, voy pensando que mis ilusiones y esperanzas se van acaparando en ese instante preciso de luz que brilla por encima del día, de las tareas y obligaciones y me deja flotar por encima de todo eso por escasos momentos. Quizá es mi mente la que me obliga a retenerlos, a no publicarlos, a hacerlos mios, asirlos entre mis dedos, que se esconden para mi protección.
Aún no lo sé, quizá este sea un intento de respuesta frente a la hoja en blanco, frente al silencio que viene transitando mis musas, pero sin duda siguen ahí, candorosas, jugando a las escondidas para mis minutos de placer diario, pero que huyen prontas cuando trato de describirlas.
mayo 22, 2008
la joven vida
Juno se ve por los oídos, o mejor dicho, se entiende en su entera complejidad desde que uno comienza a escuchar. Es un proceso lento, que recién entrado el relato comienza a percibir cierta coherencia con la armonía que aparece por detrás. Se da de a poco, primero por intuición, luego se va palpando en la piel, hasta que ya no quedan dudas:La banda de sonido de la película es la clave. La misma lógica sigue el relato, pero eso va más adelante.
La banda de sonido cuenta como en secreto, a hurtadillas, la estructura interna, indaga sobre el sustrato de la joven vida de esta muchachita... es que la historia por demás es sencilla: "joven-rebelde-embarazada
Más allá de la permanente construcción que realiza el film sobre los personajes y la expectativa final que ponemos en Juno y su decisión en torno a su niño por nacer, se percibe una historia más gravitante, de mayor envergadura que tiene que ver más bien, con la madurez, un proceso de ese estar-en-el-mundo, de concebir la realidad desde una mirada adulta que sobresale en una segunda lectura a la capilar historia de "la madre soltera".
Y esto es lo que no puede entenderse sin el auspicio de la banda de sonido. Paso a paso se va configurando melodías al principioo de una dulzura que llega a la crispación, canciones chistosas y muy empalagozas que remiten a la adolescencia casi incolume de Juno. Una niña rebelde, con serios problemas de adaptación y sociabilidad, pero que vive en un mundo desprovisto de responsabilidades, fumando pipas, con bicicletas como nudos problemáticos y juego de sillones puestos en jardines.
A medida que avanzan los temas se nota cierto corrimiento en la temática que preanuncia algún cambio, aunque las melodías mantengan cierto halo superficialidad (aún). Quien escuche "loose lips" por ejemplo, mientras afirma como inocente jugarreta de niños "we won't stop until somebody calls the cops/and even then we'll start again and just pretend that
nothing ever happened/" recomienda en el mismo tono "if you wanna burn yourself remember that I LOVE YOU/and if you wanna cut yourself remember that I LOVE YOU/and if you wanna kill yourself remember that I LOVE YOU/call me up before your dead, we can make some plans instead/send me an IM, i'll be your friend..."
Y ahí cuando Juno comienza a evaluar seriamente qué significa la maternidad, qué significa el aborto, que relaciones comienzan a aparecer por detrás de esas decisiones -a primer vista- superficiales que puede tomar cualquier adolescente a la hora de ser "madre", se van configurando relaciones de una importancia inusitada en una persona de su edad.
De pronto "Superstar" de sonic youth nos mete de lleno en el cambio que preanunciabamos, en una atmosfera densa, compacta, negra... con canciones de amor que hasta el momento no tenían razón de ser, que podrían sonar hasta cursis, pero en el transcurso de la peli comienzan a tener un sentido de profundidad asegurada: "loneliness, is such a sad affair/and I can hardly wait/to be with you again/what to say/to make you come again/come back to me again/and play your sad guitar"
Lo que aparecía como dulces y desinteresadas canciones de juegos graciosos, se advierte de pronto que estamos ante algún tema un poco más delicado.
Y mientras tanto...los personajes van mutando, el padre que quiere adoptar muestra razgos más infantiles que los propios adolescentes, se enamora de la chiquilla; Juno practica un pragmatismo fuera de generación y la madre conservadora pro Familia" puede llegar a ser madre soltera....
Las bifurcaciones de la pelicula muestran esos cambios, esa joven vida del título trampea, nos hace creer que vemos una pequeña adolescente y hacia el final, vemos una mina consolidada en sus ideas, cuestionándose mucha de las verdades de los adultos, mucho más infantiles, que terminan siendo pequeños frente a esa pequeña juno, que a esta altura, es enorme.
La joven vida entonces confunde porque en nuestro inconsciente colectivo: joven-inexperta-inocente,...blablaba todo fluctúa, la juventud tiene una madurez legítima, los adultos no saben como manejar a los niños/adultos; se comportan como chicos y en ese vaivén los últimos tracks deconciertan entre el folk rabioso y entusiasta y el tono ambivalente de lou reed en "sticking with you".
En fin. Juno muestra este proceso tan complejo y tortuoso de la madurez...pero que no cae en los lugares comunes del adolescente "rebelde sin causa" sino que pone de cabeza este concepto, pone a la madurez en aquellos que "debieran" tenerla, los Adultos, en un proceso que es aparece más dificil para el adulto que para el joven y ese cambio maravilla, enloquece, porque nos devuelve una mirada de nosotros, de qué somos, con quien nos identificamos...ahí está la construcción de la identidad y en eso tiene mucho que ver lo movilizante de lo que esuchamos.
mayo 14, 2008
mayo 12, 2008
Camara lenta
Odio las enumeraciones, me doy cuenta que las uso por demás, sin embargo me dejan la libertad en la hoja en blanco para entender precariamente lo que de otra forma... bah, quizás son sólo palabras.
o números, o teclas; teclas, sí mejor.
De piano. eh.
Y veníamos a la enamuración de esta mierda, de este caos (y sigo enumernando) en esta verborragia de los humores crispados, de la iracundia gubernamental, de las polarizaciones vacías y las premisas falsas. Todo encuadra en una misma tonalidad. Un gris, un amarillo patito, un celestón, pero nunca osarán jamás pintar(se) de un violeta, un fuscia, (por qué rae fuxia, no? tiene más punch) un rojo furioso, un que se yo. De una vida.
Está bueno cuando el texto tiene su canto. (No por ser poesía, que quizás porque no la porque no la se cantar, no me interesa) Hasta el texto más canónico tiene su canción interna, su propia armonía. Hoy estoy desafinado. Se nota, desentono. No me sigo. Es el piano, por favor!
Asi que por eso quizás los entiendo más. (Enumero) Faltos de ideas, de esperanzas y de sueños. Cansados de esperar, de cantar, de sentir, de latir. Sobre todo, faltos de amor. Están todos en una perfecta (des)armonía colectiva, en un incomprensible subtono que estalla en los vidrios de nuestras débiles almas-timpanos...pero claro, estamos todos en la misma, quién se va a dar cuenta? Quién sale del ruedo?
A qué iba? ah si! estaba en el tilo, colgado del. Con la idea clara de que la vibración es la que falla, lo que permite estas distorisiones, estos desniveles, enumero.
Lei por ahí que viviendo en una sintonía por debajo, más lenta, más acompasada logramos incorporar diferentes energías imposibles, que se materializan en ese estado, que se vivencian, se perciben como una roca, como una mesa, tan exacta como una pelota..ahí tenés la sensación..fa! lograron la materialización de las ideas...y decían que el materialismo diálectico se había temrinado...escuchen a los metafísicos, más físicos que nunca. y el tilo es así, te deja pasar esa calma. Y aunque parezca mentira, se entiende, tiene un sentido, una coherencia...de a poco y sin apuro, todo encuadra. El ecualizador cosmico, klemm, por qué no?
Todo encuadra, y vuelvo a mi cup of tea, tranquilo, adormilado...me encantaría dormir y seguir escribiendo los sueños.
Qué sueños? ya estoy dormido.
mayo 02, 2008
De la lectura
abril 03, 2008
silencio
Aprendo del blanco, lo distingo de esas letras de molde negras que aparecen como ganado, arriadas por una voluntad que no es mía. Y pienso en cambiar el fondo. Quizás verde, a lo mejor amarillo...negro quizás.
Entonces se me ocurre, que tal si la humanidad callara de pronto. Si la humanidad cesara esa costumbre del habla. Aprendiera de pronto escuchar silencios, presencias. A sentir contornos, limites, bordes.
Qué tal si aprendiéramos a amarnos en silencio, en el éxtasis de entendernos por sí mismos, en el beso, en el sexo, en la mirada. Cómo sucede que el acto sexual se vuelve así tan simple, tan milagrosamente, tan complejamente simple. Cómo imagino tu excitación? Cómo logro alcanzar tu deseo sin un atisbo, sin una mueca? Tan sólo la atención presente, el deseo constante.
Qué tal si dejáramos de construir poderes, y aprendiéramos a inventar puentes.
Me siento entonces y veo la pantalla en blanco. Sucede que no tiene sentido nuevamente escribir lo que escribo. Tendría que comunicarlo de otra forma, verlos a los ojos y comprender lo que digo...lo que ni siquiera pretendo decir.
Retorno como siempre a la tragedia de este escrito, que no debiera haberse escrito nunca, y así, publico lo que nunca exisitó, una voluntad. Páginas en blanco, o negras debieran ser.
Quizás ahí, amiga, radica la incógnita de esos escritores que deciden emigrar a sus silencios, obligados al olvido, dejan sus obras para yacer eternos en el mar de libros imposibles que jamás escribirán. Quizás están diciendo más de lo que muchos intentan sostener en enciclopedias y novelas monstruosas.
febrero 20, 2008
eclipse
El chango san juanino, venido de sus tierras, que hace tantas lunas se cobija bajo su única sombra, qué puede asombrarlo, ahora que en los canales la lucecita la pasan en cadena nacional, por el cable del porteño.
¿Qué milagros espera concebir, ahora en esta noche estrellada, qué ilusiones alternan su visión, observando la luz aplacada?
Cómo contemplar de igual forma la luna, con esos ojos de turista, con que ahora se reúnen tantos con el pescuezo en alto, quizá por vez primera, bendito ellos, obervando lo que la tele les ifnorma. Están allì con sus lentes prismáticas, con sus pilchas de noche, recorren en sus vidrios polarizados y sacan a pasear su humanidad por el aire de la luna.
Como entonces comprararse, con las lágrimas del chango, que a solas llora con su lunita, en ella que pretende alguna mención, al menos alguna certeza a sus desdichas.
Dicen que "por única vez roja ha de ponerse"... pero bien saben los changos del parque que roja es la sangre de sus heridas, de las querellas verbales, de la violencia de los vejámenes. Roja es la tierra de la que han nacido, que han parido con dolor los viajes del destino, con las noches encima y su luna siempre bien arriba. Saben que lo que oscurece, lo que se tiñe de negro, es el alma de aquellos, que ahora van pidiendo pista para hallar su lugar en la silla.
Qué pensará el botija, sentado en el cordón de su guarida, tomándose un vino y riéndose de los quías que orgullosos esperan el día, como si de compras se encontrasen.
La noche se oscure, bien pronto los visitantes irán derechitos a sus camitas, su te y sus comidas, recordando las magistrales aventuras de una noche en la ciudad, mirando el vaivén del cosmos, será noticia mañana mas no pasado... sin embargo el chango mantendrá ese secreto inmaculado con la blanca luz que acompaña sus miserias.
enero 29, 2008
Clip
Fue en el subte, ahí mismo formaría toda la secuencia. Claro, el protagonista sería yo. La banda no aparece nunca.
El minuto cero del video es en el silencio más absoluto, los pasos atenuados del joven pálido, en el subte, se sienta en el medio de la fila de asientos. Los auriculares puestos recién en el momento en que se sienta, el protagonista apoya los auriculares en sus oídos y la música estalla.
La gente empieza a subir, se aplasta contra las puertas y las ventanas, el pibe tiene a su lado a un gordo de traje y a una rubia maquillándose, los dos lo aplastan.
El pibe tiene una mochila y esconde un secreto. Durante todo el trayecto mira a los miles de seres que aparecen en el vagón, los que se van, los que se sientan.
Una cámara impulsiva, completamente subjetiva encara cada rostro, cada simulación y deseo de los pasajeros: Una vieja refunfuñando, un nene comiéndose los mocos, un oficinista de mediana edad apoyándose una pendeja, la misma pendeja que lee una "Cosmo" tomándose del pasamanos, señoras leyendo a osho, una pareja llorando por alguna discusión. Todo es alboroto, mil voces que no se oyen, se adivinan ensordeciendo al resto. La música es lo único que ilumina.
Todo transcurre en los movimientos del pibe, que lo mira todo con rabia, enrojecido de furia. En los estallidos de la guitarra, se toma la cabeza, presionado por el tremendo secreto, por la angustia, por el odio contenido.
La canción va terminando, el viaje va llegando a su estación terminal, el bullicio, la humedad y el calor se hacen imposibles, el agotamiento, la gente empujándose, el hastío, todo comienza a exasperar, la cámara se descontrola, se marea, se pierde, mil colores, todo queda enmudecido.
Aparece el chico, continúa silencio, sus auriculares, su mochila.
La bomba estalla en la mochila del terrorista.
enero 21, 2008
Hoy no pude dormir. Mi cabeza estalló en infinidad de pesadillas circulares. Ninguna terminaba, en el transcurso de una, se hilvanaba la siguiente y luego la siguiente, y así circularmente durante horas. No podía despertar, es que estaba en la vigilia. Sería un eco del infierno? Sería esto el infierno? Ser conciente de todos los malos presagios, del corazón golpeando el pecho helado por la incertidumbre? No cerraba los ojos, acaso por miedo, acaso temiendo que los pensamientos que mi mente elucubraba se metieran como un cuchillo en imágenes en color, en sonidos misteriosos, que hicieran más larga la dolorosa presentación de estas infamias.
Mis ojos de nuevo revoloteando en el cieloraso, concibiendo de mil maneras el sueño, pero en cada arranque de somnolencia, nuevamente un nuevo episodio me arrancaba lágrimas y gritos ahogados.
Hace días que esta cama no es mi cama, me devora como a un extraño, me encadena a los peores pensamientos. Cómo continuar si no estoy dispuesto a dar la batalla? Se cómo resolver todo lo que mi mente intenta decir, pero mientras más siento, pero es. Las presiones y las interminables sesiones de dolor se amontonan, dejando en cada barrida un nuevo escenario, cada vez más teneboroso, cada día más inverosímil.
Quisiera levantarme, pero mi cuerpo inmóvil no responde. Mis ojos de apoco se van cayendo, mi letra cada vez mas desprolija y sin fuerza va cayendo en el sopor que va llegando. No detengo la escritura, es producto ya de las fuerzas descomunales que hago para no caer, para no ahogar en un grito y poder quebrar lo que se avecina.
No tengo más remedio, ni los puntos ni las comas detienen el paso ahora final del sueño terrible, de aquel que viene por todo mi ser, mi mundo y mi vida, para demostrar que soñando tampocoes posible revivir.
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